El atribulado mercado automotriz europeo creció en términos interanuales por segunda vez este año durante julio, lo que apoya las esperanzas de una tan necesaria estabilización para los productores en el segundo semestre del 2013. Las ventas de vehículos en Europa crecieron un 4,8% en julio, comercializándose 1.020.000 vehículos.
Los resultados corporativos del segundo trimestre también sorprendieron al sugerir que algunos productores masivos de Europa están cerca de alcanzar el equilibrio antes de lo pensado. De todos modos, todo sucede en un nivel muy bajo, ya que las ventas se aproximan a su mínimo en 20 años y se encaminan a su cuarto año seguido en caída.
La emergente recuperación económica en Europa occidental parece estar reflejada en el desarrollo de la demanda de autos. Fuentes del sector señalan que esperan incrementos de dos dígitos en países inmersos en la austeridad como España, Portugal y Grecia, donde las ventas se han reducido aproximadamente a la mitad desde niveles máximos alcanzados antes de la crisis financiera del 2008.
Alemania, el motor de crecimiento económico de la región, contribuyó a que las ventas domésticas crecieran levemente en julio con respecto al mismo mes del 2012. Las ventas de la automotriz Volkswagen en el mercado doméstico, cayeron un 4,1% y mermaron las ganancias en China y Estados Unidos, reduciendo su crecimiento global a su menor ritmo en cuatro meses. Sin embargo, las ventas totales del grupo VW aumentaron un 3,2%.
El año pasado, VW resistió la desaceleración de Europa, destino del 40% de sus entregas a nivel global, gracias al crecimiento en el extranjero y a una amplia gama de modelos. En contraste, las automotrices dependientes de los mercados europeos como PSA Peugeot Citroën han sufrido durante meses la crisis económica de la región, cerrando fábricas y despidiendo personal para compensar las fuertes pérdidas.
Los registros en los primeros siete meses del año se redujeron 5,2% a 7.460.000 vehículos, pero la demanda pondría un freno a ese retroceso ya que las ventas han empezado a recuperarse.
Un importante directivo de un grupo automotriz expresó que, “la guerra de precios de los fabricantes de automóviles no cesará hasta que las ventas se incrementen significativamente”.