Mercedes Benz ha estado ampliando su oferta de productos de gama baja en los últimos años y lo ha hecho de la mano de la plataforma llamada New Generation Compact Car (NGCC) que le ha dado vida a una serie de modelos de tracción delantera como los Clase B (monovolumen), Clase A (hatchback), CLA (sedán-deportivo) y GLA (SUV) que aquí probamos en exclusiva.
Este nuevo SUV se presentó en el pasado Salón de Frankfurt y sorprendió con un diseño sumamente fluido, con muchos elementos de diseño de la nueva generación de productos de la marca.
Si bien aún no ha llegado a Argentina, tenemos esperanza de que lo haga y por eso aprovechamos la presencia de Autocosmos en México, país donde ya se comercializa, para ofrecerte esta prueba exclusiva.
Técnica y seguridad
Al compartir plataforma con los modelos antes mencionados, la GLA también utiliza sus mismas mecánicas. En este caso estaba dotada con el cuatro cilindros 1.6L turbo de inyección directa que eroga unos nobles 156 CV a 5.300 rpm y 250 Nm de torque entre las 1.250 y 4.000 rpm. El motor está acoplado a una transmisión 7G-DCT de doble embrague (con levas en el volante) que manda la tracción al eje delantero en la versión probada, pero puede extenderse a las cuatro ruedas en el tope de gama.
En seguridad cuenta con ABS, ESP y 5 airbags (dos frontales, una de rodilla para el conductor y dos de cortina) a los que se le suman los sensores de estacionamiento, alerta de colisión frontal, asistente de arranque en pendientes, fijaciones ISOFIX, sensor de presión de los neumáticos y el ATTENTION ASSIST que monitorea el comportamiento del conductor para determinar si está cansado o no y le indica si puede continuar manejando o debe de tomar un descanso.
Confort
El diseño exterior es de lo más atractivo de este modelo, pero el interior no se queda atrás incorporando el lenguaje de diseño que Mercedes-Benz cataloga como “tridimensional” en el cual se notan varios relieves en el tablero y elementos como las salidas del aire acondicionado o la pantalla del sistema de info-entretenimiento que sobresalen del resto.
Ahora, es importante señalar que la calidad de materiales y ensamble está ligeramente abajo de lo que nos tiene acostumbrados la marca en modelos más grandes como el Clase E. En la parte baja de la consola central encontramos plásticos duros y con algunas inconsistencias en términos de ensamble.
Por lo que hace al equipamiento, encontramos el sistema de info-entretenimiento con reproductor de CD, conexión Bluetooth, USB, Auxiliar, AM/FM, controles de audio en el volante, sistema de navegación GPS, etc. –todo lo que esperaríamos de un producto de la marca- , sin embargo, el aire acondicionado es de funcionamiento tradicional, es decir no es automático.
La cabina es espaciosa y gracias al techo panorámico da la sensación de mayor amplitud, pero en las plazas traseras las ventanillas son más pequeñas –al igual que en el Clase A- algo que a algunas personas les puede llegar a producir una sensación de encierro.
Comportamiento dinámico
Tradicionalmente, un Mercedes-Benz es sinónimo de construcción a prueba de balas; firme y de calidad insuperable, algo que confirma la sensación al abrir las puertas o tocar un botón. Sin embargo, con el GLA la precepción resultó algo distinta.
Al circular por caminos con pavimentos en mal estado notamos que se filtraban algunos ruidos producidos por la suspensión y también percibimos algunos ruidos generados en el interior de la cabina.
El pequeño de 1.6 litros presenta algo de turbolag, sin embargo gracias a que la transmisión DCT hace su trabajo de manera brillante, esa situación se torna casi imperceptible, los cambios son rápidos y suaves entregando así una respuesta es bastante buena. Se pueden seleccionar modos de conducción “Sport”, “ECO” y “Manual”, que modifican la respuesta del pedal de acelerador, asistencia de la dirección y comportamiento de la transmisión para entregar ya sea un desempeño más deportivo o proteger mejor el rendimiento de combustible. El Sistema Start & Stop de serie también aporta para mejorar el consumo.
La posición de manejo está más cercana a la que ofrece un auto ya que, aunque por fuera parece “una camionetita”, por dentro no existe una sensación de altura considerable. Esto último se puede interpretar como algo bueno o malo dependiendo de la persona y de lo que está buscando.
Conclusiones
El GLA es un producto innegablemente atractivo tanto por diseño exterior como en el interior. Si analizamos la oferta mecánica, también observamos un vehículo moderno que busca cumplir con la premisa del ahorro de combustible sin descuidar el desempeño dinámico. Sin embargo, ostenta en la parrilla un emblema que conlleva mucho peso y es quizá por eso que la expectativa sea mucho más alta de lo que podría ser en otros productos. Dicho de otra manera, es un excelente vehículo, pero se queda ligeramente corto para ser un excelente Mercedes-Benz.