A la búsqueda del récord absoluto en el Nürburgring Nordschleife

Si superaste las cuatro décadas de vida y te gusta el automovilismo desde chico, seguramente hayas tenido el privilegio de vivir una de las épocas doradas del deporte motor, como cuando los Fórmula 1 necesitaban más ayudas del piloto que de la electrónica, los autos de Le Mans eran tan brutales como hermosos y el Grupo B del WRC ponía a prueba los límites de la física y la valentía de los pilotos. Una época donde se forjaron grandes nombres y tiempos increíbles, como los 6 minutos 11 segundos que marcó Stefan Bellof en 1983 a bordo de su Porsche 956 durante la clasificación para los 1.000 km del Nürburgring Nordschleife. Tan avasallador fue el talentoso piloto que ese récord aún sigue vigente, salvo que estos estudiantes holandeses de la Universidad Técnica de Eindhoven y de la Universidad Fontys de Ciencias Aplicadas logren su cometido.

La idea consiste en batir el tiempo de Bellof construyendo un vehículo sin limitaciones de reglamento, tomando como base a un vehículo que parecería ser un prototipo de Le Mans altamente modificado, pero con la curiosidad de estar motorizado por cuatro impulsores eléctricos en cada una de sus ruedas y un motor de combustión rotativo (Wankel) oficiando como generador de energía. El prototipo fué denominado IM01 (In Motion 01) y sus primeras imágenes ya están circulando en internet.

La libertad de diseño salta a la vista en el apartado aerodinámico, donde llama la atención la ausencia de un alerón trasero y las llantas completamente carenadas. El IM01 todavía está en fase de desarrollo, a la espera de poder conseguir los permisos correspondientes para probar su desempeño en el mítico trazado. Quién dice, quizás si les vá bien y consiguen inversores, estos estudiantes sean los próximos ingenieros de alguna escudería famosa en el futuro.

Por el momento no se han dado más detalles acerca de su performance, solamente tenemos un puñado de fotos y la esperanza de ver a este bólido completando sano y salvo una vuelta al Nordschielfe, seguramente bajo el mando de algún piloto con tanto coraje como reflejos.