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Test drive

Prueba nuevo MINI Cooper

Más espacioso y lleno de tecnología… aunque un poco menos mini

Prueba nuevo MINI Cooper

Sin duda una de las adquisiciones más rentables y provechosas que se conozcan en la industria automotriz moderna está la de Mini por parte de BMW. Era el año de 1994 y la firma bávara en aras de adicionar vehículos pequeños y SUVs a su gama de productos concretó la compra de Rover Group. Si bien es cierto no todas las marcas adquiridas en aquella operación resultaron tan bien, el caso de Mini fue particularmente exitoso, creando incluso el segmento de los compactos premium allá en 2001, cuando debutó la primera generación de la nueva era de Mini bajo el paraguas de BMW.

Ahora, MINI (que por alguna razón decidieron que ya se escribe con mayúsculas) está lanzando en todos los mercados del globo la tercera generación del Cooper, que poco o nada tiene que ver con aquel modelo presentado por Sir Alex Issigonis en 1959 como respuesta británica a la creciente oferta de autos. El Mini original (fabricado hasta el año 2000) está catalogado como uno de los vehículos más influyentes de la historia, ya que fue el primero en montar el motor en posición frontal transversal, una solución que permitía aprovechar al máximo el espacio para los ocupantes. Hoy en día prácticamente todos los modelos de gran volumen en el mundo se fabrican empleando esta disposición mecánica.

En su historia reciente, como había mencionado, a MINI se le puede atribuir la creación del segmento de los compactos premium, que por cierto es sumamente apetecible, tanto que ha animado a marcas como Audi a fabricar el A1 o a otros como FIAT a revivir su icónico 500 bajo una premisa similar a la empleada por BMW en los MINI.

Esta tercera generación del MINI Cooper es además el primer modelo de BMW Group en emplear la nueva plataforma UKL de tracción delantera, para bien o para mal esto significa que es más grande que su predecesor, aun así por el momento será la aplicación más pequeña. Y es que es nada menos que la base de la familia de productos BMW que optarán por tracción al eje frontal, empezando por el Serie 2 Active Tourer y al que le seguirán las próximas generaciones de X1 y Serie 1.

 

Características técnicas y mecánicas

Aunque las novedades en el exterior parecen ser pocas (ya entraremos en detalles más adelante), la gran noticia se encuentra bajo el capot ya que el nuevo MINI Cooper estrena un propulsor de 1.5 litros, tres cilindros, inyección directa con turbo e intercooler que eroga 134 CV y 219 Nm de torque y que se acopla a una transmisión automática de seis velocidades (también puede ser manual con mismo número de marchas). Lo anterior significa que cada cilindro es de 500cc, por lo que de alguna manera podemos decir que este pequeño motor no es otra cosa que el célebre seis en línea de tres litros partido a la mitad.

Aunque la plataforma es marginalmente más ligera que antes, el peso final ha aumentado un poco, en virtud de que ha sumado algunos elementos de seguridad. Lo más interesante es que ha sumado 98 mm más de longitud, 44 mm más de ancho y 7 mm más de altura. La ganancia se refleja casi por completo en espacio para las plazas posteriores, ya que el de carga, aunque ha crecido, sigue siendo modesto. Aun con lo anterior, el MINI sigue siendo un vehículo pequeño, de dimensiones comparables con muchos otros compactos del mercado.

 

Diseño

Quizá una de las tareas más ingratas y complicadas que pueda recibir un diseñador automotriz sea la de trazar la nueva generación de un vehículo como el MINI Cooper, ya que hay que partir de la premisa de que el auto debe mantener su esencia, algo similar a lo que ocurre con otros icónicos modelos como el Jeep Wrangler o el Porsche 911. Dicho de otra manera los cambios estéticos aquí se reducen a lo que en otros autos bien podríamos catalogar de un conservador facelift

Las modificaciones exteriores se pueden ver en los faros con luces LED que abarcan tres cuartas partes de la circunferencia, una parrilla que ahora ostenta un elemento plástico de manera transversal y que la divide en dos, así como unas luces traseras más grandes, que guardan mayor similitud con las que utilizan modelos como el MINI Paceman o Countryman.

El interior sí presenta cambios sustanciales, si bien mantiene la predominancia de superficies redondas, la disposición de los instrumentos es distinta. En el gran círculo central ya no se encuentra el velocímetro y la orilla cuenta con una franja de LEDs que cambian de color según el modo de conducción que hayamos elegido. En su interior ostenta un gran display de alta resolución en formato wide y que muestra información relativa al navegador, audio, teléfono, computadora de viaje, etc. El cluster de instrumentos, también con forma de dos círculos despliega la información relativa a la velocidad y cuenta revoluciones, mientras que el indicador de combustible se muestra a manera de barras en el costado derecho del velocímetro.

 

Confort

Con la llegada de la tercera generación del MINI Cooper, podemos ver que el pequeño vehículo ha alcanzado la madurez, si bien es cierto la calidad materiales era buena, el ensamble tenía sus inconvenientes. Al parecer este punto quedará solucionado esta vez.

Adicionalmente a lo anterior, este nuevo MINI es más BMW que nunca, lo cual es una gran noticia. Lo anterior quiere decir que el iDrive con reconocimiento de escritura está presente, así como todos los gadgets que cabría esperar en un vehículo premium, incluidos el Start & Stop y tres modos de conducción.

Otra de las ventajas del mejor ensamble y mayor rigidez estructural es que el auto es más silencioso e incluso si se le compara con el anterior, un poco más cómodo (más bien menos duro), claro sin perder el comportamiento dinámico característico de los MINI.

Por último, no podemos dejar de mencionar que la ganancia en dimensiones para las plazas posteriores ha traído grandes beneficios, ahora dos adultos de talla media pueden viajar con relativa comodidad en el banco trasero.

 

Comportamiento dinámico

Tras el volante, las ya conocidas virtudes del auto se mantienen intactas, la dirección sigue siendo rápida y precisa, el manejo es ágil y divertido, con esa tradicional similitud con los karts.

Los nuevos modos de manejo le confieren un carácter diferente al Cooper, según elijamos. Por default funciona en modo Mid (o normal), que presenta un adecuado balance entre deportividad y eficiencia.

Cuando movemos el aro que rodea la palanca de cambios a la derecha, activamos el modo Green, que orienta el funcionamiento de todos los sistemas para ahorrar combustible. En este modo la orilla del gran círculo de la consola central se ilumina en verde, un indicador en el cluster de instrumentos que nos indica cuanto combustible vamos ahorrando se activa y los cambios se realizan a un régimen de giro bajo. Aun con lo anterior, las mejores cifras que pudimos obtener fueron de 13 km/l, que definitivamente son aceptables, pero no para saltar de alegría. Claro está que la orientación del vehículo sigue siendo deportiva.

Por último, al mover el citado aro hacia la izquierda activamos el modo Sport, aquí los LEDs son color rojo, la dirección se vuelve más rápida, el pedal del acelerador más responsivo y la caja efectúa los cambios cerca de la zona roja del tacómetro. Al activar este modo podemos darnos cuenta de la inmensa mejora que significa el nuevo tres cilindros turbo en comparación con el 1.6 atmosférico de la generación anterior. El MINI Cooper siempre fue un auto divertido y ágil, pero le faltaba algo de potencia, lo cierto es que ahora también acelera y recupera increíblemente bien, y deja la necesidad de migrar al Cooper S para aquellos que busquen un desempeño deportivo en serio. De lo contrario el nuevo Cooper hace el trabajo más que bien.

 

Conclusiones

Este nuevo Cooper ha resultado toda una revelación, mantiene todas las virtudes que han consolidado a los MINI como autos juveniles y divertidos, y al mismo tiempo que ha subsanado los pecados que tenía en terrenos como ensamble o respuesta del motor (para las variantes atmosféricas). Asimismo ha ganado gran cantidad de elementos de tecnología para erigirse como un producto altamente avanzado.

El tres cilindros es un motor magnífico, sin turbolag, con una curva de torque muy plana y consistente, una verdadera delicia. Si bien es cierto, el consumo es ligeramente alto para un motor de sus dimensiones, el desempeño es ágil y brioso, como cabría esperar en un MINI Cooper.

Rubén Hoyo, Fotos: Héctor Mañón recomienda