Desde su primera aparición, el smart generó la misma duda, ¿cómo podrá un auto tan chico ser seguro ante un choque? La marca se encargó de dejarlo bien claro haciendo énfasis en la celda de seguridad Tridion. Ahora, con la segunda generación refuerza el concepto haciendo chocar al nuevo ForTwo contra un Clase S.
El duelo toma proporciones bíblicas con el pequeño David de apenas 2.690 mm de largo y menos de 800 kilos enfrentándose a un Goliat de 5.242 mm y casi 2 toneladas. El choque fue hecho contra el 50% del frente de cada auto y a 50 km/h y según Mercedes, en el smart “el espacio de los ocupantes quedó intacto ofreciendo excelentes chances de supervivencia”.
Las claves para este suceso están en la ya mencionada celda Tridion realizada usando aceros de ultra alta resistencia, en las zonas de absorción de impactos y en los airbags incluyendo el de rodillas para conductor como equipamiento de serie. Sin embargo, no todos son méritos del pequeño ForTwo ya que, según Mercedes, parte de la responsabilidad de los buenos resultados están en la estructura del Clase S diseñada para absorber gran parte de la energía en caso de impactar con un auto pequeño.
Ya sabemos que en el mundo real un smart puede dejar “fuera de combate” a una Ferrari 459 Speciale, pero aún faltan pruebas independientes como las de la EuroNCAP. ¿Obtendrá las codiciadas 5 estrellas?