El universo de los motores es inabarcable, por eso aquí nombraremos varios tipos, pero nos concentraremos en los que habitualmente se utilizan en los vehículos actuales.
Yendo de lo general hacia lo particular, la primera diferenciación que podemos hacer está entre los motores de combustión y los eléctricos. En el primer grupo diferenciamos los de combustión externa cómo los de vapor, y los de combustión interna como los nafteros, diésel, a gas, etc.). También están las mecánicas que combinan motores térmicos con eléctricos a las que llamamos híbridas sobre los cuales podés leer más acá.
Los motores de combustión interna pueden tener varias configuraciones: en línea, en V, en W (como algunos modelos del Grupo VW incluyendo al Bugatti Veyron), en H (de cilindros opuestos y Boxer como en el Porsche 911), radial, axial, rotativo o Wankel (Mazda) y claro, están las turbinas que pueden usarse para mover ruedas como en el Chrysler Turbine. Los motores con pistones pueden tener cantidades de cilindros pares o impares en casi todos los casos.
Dentro de los motores con pistones convencionales, la siguiente distinción se da por la cantidad de tiempos, 2 o 4. Los primeros eran los más usados en motos y en autos como los DKW y se caracterizan por no tener válvulas y ser más simples, pero necesitan llevar el aceite mezclado con la nafta y son cada vez más dejados de lado por temas de emisiones contaminantes. Los segundos, son los que usan casi todos los autos actuales, tienen válvulas, normalmente 2 o 4 por cilindro, pero también hay de 3 (2 de admisión y una de escape) y de 5 válvulas (3 de admisión y 2 de escape).
En cuanto a la forma de “encender” combustible, la gran división está entre los ciclos Otto y Diesel. En el primer caso se usan combustibles como nafta, Gas o Etanol y una bujía realiza una chispa que los enciende. En el segundo tenemos como combustible más usado al gasoil (o su variante ecológica biodiesel) que se enciende por compresión y calor sin el uso de chispa. A misma cilindrada, los motores “Otto” entregan más potencia, mientras que los Diesel son más eficientes, es decir consumen menos, pero son más ruidosos y menos potentes.
Otras diferenciaciones entre los motores están en su forma de alimentación, que puede ser por carburador o por inyección (los Diesel solo usan este sistema) y en la entrada del aire que puede ser normal o sobrealimentada por turbos y los compresores.
En sucesivas notas iremos ampliando sobre cada uno de los tipos de motores y sus particularidades, no te las pierdas.