En las últimas décadas el boom de los SUV fue acompañado por versiones de estilo off-road de vehículos civiles que aquí llamamos aventureros. Ese es el caso de la Chevrolet Spin Activ que probamos en su versión automática.
Mecánica y seguridad
Como oportunamente comentamos en la prueba de la Chevrolet Spin a secas, se trata de un MPV que comparte plataforma con el Cobalt, y esto quiere decir que se trata de un vehículo compacto cuyas dimensiones fueron extendidas para entregar un espacio similar al de un mediano.
La Spin Activ se ofrece solo en versión LTZ de 5 asientos con el motor naftero 1.8L 8V de 105 CV y 161 Nm, asociado a una transmisión manual de 5 cambios o automática de 6 relaciones como la aquí probada.
Respecto de la seguridad incluye los obligatorios ABS y doble airbag frontal; sin embargo, carece de anclajes ISOFIX y del apoyacabezas central trasero, plaza que solo tiene cinturón ventral.
Estética aventurera
La gran diferencia de la Spin Activ respecto de sus hermanas “civiles” está en el exterior donde aparecen protectores en plástico negro para paragolpes, guardabarros y laterales, elementos en tono metalizado para las partes bajas, pegatinas específicas en los laterales y máscaras en negro piano para los rompenieblas. Las ruedas reciben llantas de aleación con diseño específico calzadas con caucho ATR (uso mixto asfalto/off-road) en medida 195/60 R15. El remate infaltable en este tipo de modelos aventureros es el auxilio colocado en la retaguardia, lo que demanda un brazo pivotante lateral para poder abrir el portón.
Interior y equipamiento
Puertas adentro nos espera un tapizado en diferentes tonos y texturas, incluyendo unas tiras centrales y un escudo del modelo Activ. El lugar destácalo lo tiene la pantalla táctil de 7” del sistema MyLink que carece de Navegador, pero permite conectar todo tipo de equipos (Bluetooth, USB y Aux), además de reproducir fotos y video con el auto detenido.
El espacio interior es muy bueno, especialmente para piernas y cabezas en las plazas posteriores donde entran cómodos dos adultos y un niño. Los respaldos se pueden reclinar asimétricamente (60/40) para mayor confort o plegar llevando el gran baúl de 710 a 1.068 litros.
Dinámica
El Chevrolet Spin Activ se maneja desde una posición cómoda y alta, con un ergonómico volante revestido en cuero que incluye los controles de velocidad crucero y de audio. El cuadro de instrumentos con tacómetro análogo y pantalla digital es de lectura clara y fácil.
La marcha es confortable, con cierto aplomo de vehículo más grande y si bien el 1.8L no tiene potencia de sobra, ofrece suficiente torque. El desempeño se siente soso debido a la transmisión automática que no contiene bien el resbalado del convertidor; además, puede ser algo brusca en el paso de cambios, especialmente si somos abruptos en el uso del acelerador. Esto tiene como resultado un consumo urbano elevado que, en el mejor de los casos, quedó en los 7.6 km/l.
La mejor cara de la transmisión automática se muestra en ruta, donde la 6º permite mantener más desahogado al motor, con 3.000 rpm para viajar a 120 km/h de velocímetro (116 reales). La insonorización a esa velocidad es buena y el consumo ronda los 12 km/L.
Conclusiones
Al igual que muchos modelos aventureros, la clave del Chevrolet Spin Activ no está en sus prestaciones fuera de camino, sino en su estética. Las mayores críticas están en la falta de algunos elementos de seguridad y en el elevado consumo, especialmente el urbano. Colocar un cinturón de tres puntos y el apoyacabezas en la plaza central trasera y un grupo motor-transmisión más eficientes redondearían a este MPV con buen espacio interior, inmenso baúl y correcto equipamiento.
10 cosas que tenés que saber del Chevrolet Spin Activ