El suizo Sébastien Buemi, del Renault e.Dams, se impuso en el Gran Premio de Pekín de Fórmula E, una carrera en la que nunca abandonó la primera posición y donde los apellidos más ilustres del motor (Prost, Senna, Piquet o Villeneuve) tuvieron un mal día.
Buemi, subcampeón de la pasada temporada y que había logrado el mejor tiempo en la sesión de clasificación, finalizó las 26 vueltas del circuito de la zona olímpica de Pekín con 11 segundos de ventaja sobre el segundo clasificado, el brasileño Lucas di Grassi (ABT Schaeffler Audi), ganador en esta misma carrera el pasado año.
La carrera comenzaba con los Renault de Buemi y Nicolas Prost en las primeras posiciones, pero un histórico de la Fórmula 1 reconvertido a los monoplazas eléctricos, Nick Heidfeld, logró adelantar al hijo de Alain Prost en la primera recta, un buen comienzo que confirmaría con su tercer puesto final.
Su compañero en el equipo indio Mahindra, Bruno Senna (sobrino de Ayrton Senna) también comenzó con ímpetu, logrando auparse al cuarto puesto después de dos vueltas, pero en una competición donde lo importante no es sólo correr, sino también reservar batería, el brasileño fue perdiendo posiciones y acabó en la decimotercera.
Tampoco fue el día del defensor del título de 2014-15, su compatriota Nelson Piquet Junior, quien partía en último lugar en la línea de salida y tuvo durante toda la carrera grandes problemas técnicos, hasta el punto de que su bólido (del equipo chino NEXTEV) se paró en medio del circuito en las vueltas finales y forzó su abandono.
Lo mismo tuvo que hacer Prost a falta de escasas vueltas para el final, debido a un roce en chicane que dañó su alerón trasero y obligó al galo a abandonar cuando peleaba por estar en el podio.
La carrera fue menos accidentada que la del año pasado (que fue la primera de la historia de la Fórmula E), aunque también hubo choques que lamentar, como el de la suiza Simona de Silvestro (de la escudería estadounidense Andretti) en la segunda vuelta. O también el encontronazo entre el portugués Antonio Félix da Costa y el canadiense Jacques Villeneuve (Venturi), incidente que como el sufrido por De Silvestro obligó a sacar bandera amarilla y ralentizar la carrera durante una vuelta. Da Costa, del japonés Aguri, tuvo que dejar la carrera tras el incidente y aunque Villeneuve pudo seguir, acabó decimocuarto y último de entre los que terminaron, lo que confirmó la mala jornada de las sagas ilustres del motor.
El canadiense, de 44 años, es el primer campeón de Fórmula 1 que prueba suerte con los monoplazas eléctricos, casi 20 años después de haber ganado en la categoría máxima del automovilismo (en 1997).
La próxima carrera de la temporada se disputa el 7 de noviembre en Putrajaya (Malasia).
Buemi, subcampeón de la pasada temporada y que había logrado el mejor tiempo en la sesión de clasificación, finalizó las 26 vueltas del circuito de la zona olímpica de Pekín con 11 segundos de ventaja sobre el segundo clasificado, el brasileño Lucas di Grassi (ABT Schaeffler Audi), ganador en esta misma carrera el pasado año.
La carrera comenzaba con los Renault de Buemi y Nicolas Prost en las primeras posiciones, pero un histórico de la Fórmula 1 reconvertido a los monoplazas eléctricos, Nick Heidfeld, logró adelantar al hijo de Alain Prost en la primera recta, un buen comienzo que confirmaría con su tercer puesto final.
Su compañero en el equipo indio Mahindra, Bruno Senna (sobrino de Ayrton Senna) también comenzó con ímpetu, logrando auparse al cuarto puesto después de dos vueltas, pero en una competición donde lo importante no es sólo correr, sino también reservar batería, el brasileño fue perdiendo posiciones y acabó en la decimotercera.
Tampoco fue el día del defensor del título de 2014-15, su compatriota Nelson Piquet Junior, quien partía en último lugar en la línea de salida y tuvo durante toda la carrera grandes problemas técnicos, hasta el punto de que su bólido (del equipo chino NEXTEV) se paró en medio del circuito en las vueltas finales y forzó su abandono.
Lo mismo tuvo que hacer Prost a falta de escasas vueltas para el final, debido a un roce en chicane que dañó su alerón trasero y obligó al galo a abandonar cuando peleaba por estar en el podio.
La carrera fue menos accidentada que la del año pasado (que fue la primera de la historia de la Fórmula E), aunque también hubo choques que lamentar, como el de la suiza Simona de Silvestro (de la escudería estadounidense Andretti) en la segunda vuelta. O también el encontronazo entre el portugués Antonio Félix da Costa y el canadiense Jacques Villeneuve (Venturi), incidente que como el sufrido por De Silvestro obligó a sacar bandera amarilla y ralentizar la carrera durante una vuelta. Da Costa, del japonés Aguri, tuvo que dejar la carrera tras el incidente y aunque Villeneuve pudo seguir, acabó decimocuarto y último de entre los que terminaron, lo que confirmó la mala jornada de las sagas ilustres del motor.
El canadiense, de 44 años, es el primer campeón de Fórmula 1 que prueba suerte con los monoplazas eléctricos, casi 20 años después de haber ganado en la categoría máxima del automovilismo (en 1997).
La próxima carrera de la temporada se disputa el 7 de noviembre en Putrajaya (Malasia).
Fuente: CORSA