Si bien la Volkswagen Amarok con motor V6 es una promesa que se cumplirá en Argentina a mediados del 2017, durante el lanzamiento de la renovada pick-up, la marca nos permitió sentarnos a bordo de la versión 3.0L para hacer unas breves pruebas de manejo.
Traídas de Alemania (como se aprecia en sus patentes), las Amarok V6 se distinguen por pequeños como el tramado con barras verticales cromadas en la parrilla, el logo V6 en la misma y atrás. Se destacan los discos de freno en las ruedas traseras, que formarán parte de la versión made in Argentina.
La Volkswagen Amarok con motor V6 es una promesa que se cumplirá en Argentina a mediados del 2017
Además, varias Amarok V6 contaban con accesorios como distintas barras antivuelco, una tubular que se prolonga hasta el final de la caja, y otra de estilo aerodinámico que se integra a un perfil en los laterales y se incluyen junto con llantas de hasta 20” en el pack Aventura, que llegará al país junto con el 3.0L TDi. Puertas adentro se lucieron los asientos eléctricos en cuero con 18 reglajes, 4 más que los nuevos utilizados en las Amarok 4 cilindros nacionales.
A pisar el acelerador
Las pruebas se organizaron en una avenida que fue la pista del antiguo aeropuerto de El Calafate; esto quiere decir que Volkswagen tenía a disposición una inmensa y ancha recta. Desafortunadamente, no se trató de aceleración pura sino de diferentes etapas.
Dotadas de la caja automática de 8 relaciones, en la primera prueba pudimos acelerarla a fondo para luego pararnos sobre el pedal de freno. ¿La sensación? Luego de un titubeo inicial, llegó la asombrosa contundencia de los 224 CV y los 550 Nm de torque, y después, el poder del frenado, de 90 a 0 en menos de 40 metros y línea recta.
Es asombrosa la contundencia de los 224 CV y los 550 Nm de torque
En la siguiente prueba realizamos un slalom, luego una frenada de emergencia con dos ruedas sobre tierra y finalmente una maniobra de clavado de discos con esquive, piso mojado y alguien que “manguereaba” el parabrisas. Todo transcurrió con impecable estabilidad y la invaluable ayuda de los “copilotos” electrónicos.
En resumen, fue poco lo que pudimos manejar a la nueva Volkswagen Amarok V6, pero entendemos que tiene todo el potencial de convertirse en la GTi de las pick-ups, como la denominó el colega y amigo CC. Las razones están en su confort, estabilidad y aceleración, esa misma que nos dejó con ganas de quedarnos pegados un rato más largo al respaldo.
Manejamos la nueva Volkswagen Amarok V6
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