El efecto Trump sobre la industria automotriz en el gigante del norte sigue trayendo consecuencias y ahora voces dentro del mercado analizan que el impuesto del 20% a la importación de autos "made in Mexico" podrían afectar especialmente a la clase trabajadora. Eso se debe a que alrededor de 40% de los autos con precios inferiores a USD 20 mil que se comercializan en EE.UU. vienen justamente de su vecino latinoamericano.
La diatriba del republicano contra México suma así un nuevo capítulo, luego del anuncio de la construcción del muro divisorio en la frontera. Es curioso (o no) que Trump no tenga ninguna iniciativa con los productos improtados de otras naciones que no sean México, cuando la realidad muestra que Canadá, la Unión Europea y China son importadores de peso en la balanza comercial estadounidense.
En caso de ser efectivo este impuesto, que contradice los tratados de libre comercio a los que se pliega EE.UU., no sólo se vería afectada la industria mexicana, sino también la clase trabajadora estadounidense, eje de los discursos del magnate.