Desde la campaña presidencial quedó claro que a Donald Trump no le interesa o no creé en lo más mínimo en la protección del medio ambiente. De acuerdo con un documento filtrado del Washington Post, el gobierno de Estados Unidos eliminaría gran parte de los fondos federales (alrededor de USD 48 millones) destinados a las pruebas de emisiones y economía de combustible de los vehículos que son realizadas por la EPA (Agencia de Protección Ambiental).
En caso de cumplirse esta medida, más de la mitad del personal encargado de realizar estas tareas sería despedido, una pérdida de más de cien puestos de trabajo. Ahora bien, esto no quiere decir que las evaluaciones van a desaparecer, sino que la propuesta plantea que sean los mismos fabricantes de automóviles quienes paguen las pruebas de consumo y emisiones.
Habrá que esperar para saber como finaliza esta situación, que de llevarse a cabo no sólo afectaría con el despido de empleados, sino que también golpearía a los consumidores y, principalmente, al medio ambiente.