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Chevrolet Tracker a prueba, renueva los votos

Presentada hace menos de un mes, analizamos cuanta sustancia tienen las mejoras aplicadas en la SUV chica del moño.

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La Chevrolet Tracker se lanzó a nivel global en 2012, y llegó al país en 2013 desde México, uno de los centros donde es producida. Pocos meses atrás el modelo estrenó un upgrade que llegó rápidamente a Argentina y ya la estamos probando.

Entre las mejoras de la renovación están la estética y del interior que se adaptan a los nuevos parámetros globales del moño. También se aprovechó para sumarle nuevos componentes tecnológicos, pero se conservó el conocido 1.8L en lugar de ofrecer al nuevo 1.4T como el que usa el Cruze que, por el momento, se limita a la oferta brasileña y de EE.UU.

¿Una buena decisión?

Si pensamos en que el 1.4T es mucho más tecnológico y avanzado, la respuesta es no, pero también hay que tener en cuenta que su costo pondría a la Tracker en otra liga de precios que la haría poco apetecible en nuestro mercado.

En este segmento abundan los 1.6 y 2.0L de similar entrega

Por otra parte, salvo la Renegade 2.4L, queda bien colocada en potencia respecto de su competencia, donde abundan los 1.6L de menor fuerza y los 2.0L de similar entrega… al menos en los papeles, ya vamos a ver qué sucede en el mundo real, pero antes analicemos las novedades.

Diseño

Siendo una renovación de mitad de vida, los cambios se centran en ambos extremos y en el diseño de llantas. Adelante aparecen faros más afinados, con LED y proyector, cambia la moldura que rodea los rompenieblas y se utiliza en forma más extensiva el delineado en cromo. La parrilla pasa a la nueva tendencia de Chevrolet con una boca superior angosta claramente diferenciada de la principal. Atrás cambia el paragolpes, y si bien los faros conservan el mismo formato, reciben un fileteado LED para las luces de posición.

En resumen, la renovada Chevrolet Tracker conserva ese rasgo retro impreso en sus guardabarros y formato de faros posteriores, pero sumando la nueva estética global de la marca con un plus de elegancia y modernidad.

Interior

Así como sucede con el frontal, el tablero cambia sus líneas para adaptarse a los nuevos lineamientos de la marca y para aportar mayor distinción. En este aspecto trabajan las líneas redondeadas, los decorados en negro piano y una serie de biselados en símil metal opaco muy bien logrado. También cambian las bocas de ventilación, las laterales abandonan el formato redondo y las centrales pasan de la parte superior de la pantalla a sus laterales.

Ahora el cuadro de instrumentos es convencional, con tacómetro y velocímetro por agujas

La sensación calidad se ve reforzada con la inclusión de un aplique símil cuero en el centro del tablero que, además, es esponjoso al tacto. Si bien son rígidos al tacto, el resto de los plásticos se sienten sólidos y sus superficies están bien logradas. Solo puedo quejarme de la elección de tonos claros para parte de los tapizados y recubrimientos de las contrapuertas, no por un tema de gusto -que es personal- pero si en términos de mantenimiento ya que están justo en zonas de mucho roce.

LA GRAN novedad para Eduardo Smok y los detractores del cuadro de instrumentos estilo moto que usaba la Tracker, es que ahora tiene uno más convencional con tacómetro y velocímetro por agujas, un medidor de combustible por barra de luces y una pantalla a la derecha con información de la computaodra de abordo y algunos datos más.

Equipamiento, multimedia y confort

Una de las peculiaridades de la renovada Chevrolet Tracker es que no incluye climatizador automático ni en la versión tope LTZ + acá probada. A cambio, toda la gama incluye el nuevo equipo multimedia MyLink con pantalla táctil de 7” y la inclusión del servicio OnStar.

Una particularidad del sistema es que no tiene navegador propio, en su lugar puede proyectar los de Google o Apple mediante Android Auto y Apple Car Play o uno desde el Smartphone (mediante USB también) que requiere instalar BringGo. Lo curioso es que si pedimos una dirección mediante OnStar, nos localizará por el GPS que ese sistema tiene instalado en el auto y nos dará las indicaciones por audio, mientras que podemos hacer el seguimiento visual en la pantalla mediante el mapa de la App.

Si bien no tiene navegador, se puede proyectar el del smartphne en la pantalla de 7”

Completan en la LTZ + algunos chiches como el acceso y encendido “sin llave”, tapizado en cuero bi-tono, techo solar eléctrico y llantas en aleación de 18”. Hacé click acá si querés conocer más detalles y comparar entre las tres versiones.

Los asientos delanteros son cómodos y atrás hay espacio para rodillas, cabezas y hombros de dos adultos, con un niño como ocasional acompañante. El baúl no es el más amplio, parte de esto se debe al piso alto que debajo esconde una rueda de auxilio que si bien es de 16” en chapa, afortunadamente no es una de esas angostas temporales.

Seguridad

La renovada Chevrolet Tracker viene bien equipada en este aspecto con los obligatorios doble airbag y ABS, a los que suma anclajes ISOFIX, 5 cinturones de 3 puntos y 3 apoyacabezas en el asiento trasero. Además, las versiones 4x4 agregan discos en el tren trasero y ESP.

Agrega la batería de ayudas electrónicas de los nuevos productos del moño

En nuestro caso, la LTZ+ se desmarca alcanzando 6 airbags y agregando la batería de ayudas electrónicas de los nuevos productos del moño que incluyen aviso de cambio involuntario de carril, aviso de colisión inminente, alerta de punto ciego en los retrovisores y una novedad, el aviso de auto en punto ciego en estacionamiento que detecta si viene un auto cuando salimos marcha atrás de un estacionamiento a 90º.

Comportamiento dinámico

Ya te habíamos dicho que el motor 1.8L estaba a la altura de sus rivales en los papeles. Ahora llega el momento si sucede lo mismo en la vida real. Antes de empezar hay que recordar que está asociado a una caja automática de 6º que fue actualizada y a un sistema de tracción 4x4. Esto último, no cambia mucho las cosas, ya que el tren posterior se conecta solo cuando pierde tracción el delantero, pero agrega peso.

A marcha lenta o tranquila, el andar el fluido, solo la caja muestra mucho resbalado en los primeros cambios. Los 140 CV son suficientes, pero el déficit del motor está en su torque máximo de 178 Nm que llegan recién a 3.800 rpm. Esta sociedad, hace que la caja busque el rebaje o estire mucho los cambios cuando pedimos más aceleración, elevando la rumorosidad.

En ruta, la 6º larga, que baja 1.000 rpm al tacómetro, hace que viajemos a 120 km/h reales (unos 124 de velocímetro) con el motor bastante relajado a 3.000 giros. Si queremos acelerar rápido, la caja va a rebajar y se va a poner ruidoso, pero el resto del tiempo la Chevrolet Tracker se destaca por su cabina silenciosa, aún a velocidades bastante alejadas de las permitidas. Si bien no se siente rápida, cuando el tacómetro llega al punto máximo del torque empieza a acelerar con franqueza y si nos quedamos un rato con el pie derecho soldado al piso, el velocímetro va a llegar a superar (marginalmente) los 190 km/h.

Se destaca por su cabina silenciosa, aún a velocidades bastante alejadas de las permitidas

Respecto de los consumos, si bien GM aclara que la renovada caja permite un 3% de ahorro de combustible en nuestro caso no obtuvimos los mejores registros con 13 L/100 km en ciudad con tránsito y 8.5 litros cada 100 kilómetros a 120 km/h constantes.

En cuanto al confort, es muy destacado para un auto con llantas tan grandes, en parte porque el perfil del caucho 215/55 tampoco es tan fino. Cómoda en ciudad, la Tracker también es estable en ruta y dobla mejor de lo esperado para un vehículo corto y alto. Exprimida en curvas, sigue la predecible tendencia subvirante, pero va soltando el tren delantero progresivamente para darnos tiempo a nosotros –y al ESP- de volver todo al orden.

Conclusiones

La renovada Chevrolet Tracker ofrece ahora un estilo más interesante y un interior que se percibe más atractivo y con mayor calidad. El único punto que desentona es la relación motor/caja, que le falta un plus de capacidad de reacción y pide a cambio consumos algo elevados. Por el resto es un SUV chico con buena habitabilidad (solo el baúl es acotado) y una relación confort/dinámica de marcha bien pulida.

Hay que destacar los elementos de seguridad de la versión LTZ+ pero acá el precio se dispara a niveles de un Cruze 5. ¿Qué es mejor? Personalmente prefiero el auto cuyo nivel técnico y calidad pertenecen al segmento siguiente, pero si lo que querés es una SUV entonces la respuesta es la Tracker. ¿Qué preferís vos?

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