Cada día que pasa somos testigos de cómo los fabricantes de autos, proveedores del sector, así como organizaciones, instituciones y universidades están en la constante búsqueda de desarrollar tecnologías que reemplacen a los combustibles fósiles.
Un buen ejemplo de esto es la iniciativa que tuvo la Armada de los Estados Unidos, la cual recientemente realizó una demostración de eficiencia de un camión gasolero usando un sistema de inyección de hidrógeno (On-Demand Hydrogen). Gracias a esta tecnología, adoptada en el motor de combustión interna por parte de los ingenieros de Commercial Hydrogen, el vehículo no sólo logró maximizar la eficiencia de consumo, sino que a la vez se redujeron ostensiblemente sus emisiones.
En las evaluaciones realizadas por la empresa, el motor mejora en un 15,3% su eficiencia al contar con el sistema mencionado. Básicamente se trata de agregar hidrógeno al proceso de combustión, lo que hace que se optimice la misma. En sí, químicamente hablando, todo es un proceso de electrolisis que se origina cuando el hidrógeno se dirige a la cámara de combustión de los motores a través del colector de admisión de aire, donde se mezcla con el combustible a base de carbono. Este aumento del nivel de octanaje de la mezcla aire-combustible permite que el diésel se queme casi completamente, lo que reduce la cantidad de sustancias contaminantes residuales.
