El T-Roc sigue siendo un importante protagonista de la marca de Wolfsburgo, sin importar las últimas novedades y anuncios que tenga la misma. Para no perder ni un poquito de fuerza, Volkswagen ha llevado a Frankfurt la versión R-Line del T-Roc, un paquete deportivo que lo hace mucho más preciado.
Este pack especial le da más carácter con un paragolpes del mismo color que carrocería, agregados coloridos en la puerta, focos traseros oscurecidos y un difusor trasero, así como la palabra R-Line para identificarlo. El interior tiene también algunos detalles, como un volante deportivo forrado en cuero y asientos de bitono con cuero sintético y microfibra. El techo de color negro, las alfombras, los pedales metálicos y las llantas deportivas cierran el conjunto.
La oferta motora del T-Roc es lo más notable, obviamente. La entrada naftera es un 1.0 L turbo de 115 CV y 200 Nm, seguido de un nuevo 1.5 L TSi con 150 CV y 250 Nm. Para finalizar, el más poderoso es un 2.0 L TSi de 190 CV y 320 Nm que nos da un entretenido hot hatch. Del lado gasolero, arranca con un 1.6 L TDi de 115 CV y 250 Nm, seguido de dos versiones 2.0 L, una con 150 CV y 340 Nm, y la otra con 190 Nm y 400 Nm, ambos con filtro selectivo de partículas (hola, dieselgate).
Como es usual en estos autos, los modelos de entrada y la gran mayoría de las configuraciones contemplarán tracción delantera, mientras que las más deportivas emplearán un sistema 4Motion, con caja manual de 6ª o automática DSG de 7ª. Así es, el T-Roc ofrecerá versiones para dejar a todos contentos.