La tecnología no es infalible. Podemos escribir páginas y páginas acerca de las virtudes de los avances informáticos, pero siempre el error está al alcance de la mano. La tecnología de navegación satelital, por ejemplo, a veces no puede discriminar entre buenos y malos caminos, resultando en situaciones ridículas.
Hace algún tiempo un tipo le erró y se metió en un lago por "sugerencia" de su GPS, y ahora, en San Francisco, un chofer de Uber siguió al pie de la letra al navegador de la compañía, que le terminó indicando una salida poco ortodoxa de un estacionamiento. Con dos pasajeros a bordo, el conductor siguió las instrucciones y se precipitó... ¡a una escalera!
Afortunadamente, el único que sufrió fue el Toyota Camry del chofer, que le echó la culpa al sistema de navegación que la empresa ofrece para sus trabajadores. Más allá de lo cómico de la situación, Uber se encuentra en el ojo de la tormenta después de la muerte de una persona por parte de un vehículo de prueba autónomo, que obligó a la compañía a suspender sus pruebas en Estados Unidos y Canadá.
