Los desafíos autoimpuestos por las marcas son un clásico modo de demostrar lo que pueden dar. La Expedición Cayenne o llevar un Nissan Leaf de Japón a Polonia son buenos ejemplos. Para no ser menos, Land Rover quiso emular a Julio Verne, pero en vez de 80, decidió jugársela por dar la vuelta al mundo en 70 días con su Discovery.
Para lograr llegar a la meta contrataron como líder de la expedición a Sergey Dolya, un reconocido bloguero ucraniano. La expedición comenzó en Moscú, cruzando toda Rusia para luego arribar a Mongolia. Después de tres semanas y para dar por terminada la primera fase de la travesía, el grupo liderado por Dolya llegó a la ciudad china de Enshi, en donde se clavó la bandera de Land Rover y hubo foto con los Guerrerros de Terracota.
La ruta asiática siguió su rumbo hacia Laos, Tailandia y Singapur. Ahí los equipos volaron a Australia. Tras una semana por el país oceánico, partieron hacia Sudamérica, donde llegaron a La Serena en Chile.
Tras pasar por terreno austral, esta expedición Land Rover viajó a Estados Unidos y unieron la costa este con la oeste. En la penúltima etapa de esta aventura, atravesaron el océano Atlántico para llegar a África. Ahí tuvieron que pasar Marruecos y Gibraltar, para regresar al Viejo Contienente, teniendo como meta nuevamente Moscú.
Esta dura travesía de 70.000 km comprendía 36.000 km de manejo y el resto en vuelo. El equipo paró para abastecerse de provisiones y combustible 169 veces y condujo unas 500 horas. Las provisiones incluían 500 litros de café, 360 hamburguesas y 130 licuados, entre otras cosas... pedazo de viaje, ¿no?