Ante su compromiso con Estados Unidos, en los últimos años Toyota ha aumentado su producción de vehículos en la región para lo cual ha realizado una fuertes inyección económica. Por medio de este plan que inició en 2017, Toyota decidió invertir USD 10.000 millones en cinco años con un nuevo compromiso de alcanzar casi USD 13.000 millones en el mismo periodo.
Parte de ese compromiso se ve reflejado con un anuncio de inversión de casi USD 750 millones y la creación de 580 empleos en cinco estados diferentes. Estas nuevas inversiones están enfocadas en la producción del Toyota RAV4 Hybrid y la producción de otros vehículos híbridos como el Lexus ES 300h.
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Igualmente, este plan pretende expandir la capacidad de producción de motores, aumentar la producción de transmisiones para vehículos híbridos y una ampliación de los edificios para piezas de fundición. Un claro ejemplo de la importancia de este tipo de motirzaciones para la marca japonesa.
