Lavar el auto a presión tiene un gran número de ventajas, gracias a la fuerza con la que sale de la manguera. No hay que olvidar que el sistema de lavado a presión funciona de acuerdo al principio de acción y reacción manifestado por Newton, según el cual si un cuerpo A ejerce una acción sobre otro cuerpo B, éste realiza sobre A otra acción igual y de sentido contrario. Dicho de otra manera: el agua a presión ejerce un empuje que puede hacer que la suciedad impregnada sea removida con facilidad.
Esta fuerza del agua con la que sale expulsada permite quitar cualquier tipo de suciedad sobre la carrocería, eliminando el barro, la arena, la sal y otros desechos que pueden rayar la pintura cuando se utiliza el método tradicional por medio de un cubo y una esponja. Además de quitar la suciedad con facilidad y no rayar la pintura, especialmente en los autos negros, otro gran beneficio es que el agua puede llegar a todos los rincones del vehículos, por lo que la limpieza es más que impecable
Otra de las principales ventajas de lavar el auto a presión es que se puede reducir el tiempo y también ahorra la mitad en el consumo de agua. Pero no todo es color de rosa con las máquinas de lavado a presión, ya que un uso incorrecto puede hacer que se dañe la pintura, o bien puede haber un accidente.
En caso de no situar la pistola de hidrolavadora a una distancia correcta, muy cerca de la lamina, puede provocar que se desgaste la pintura de manera prematura. Igualmente, se debe tener cuidado cuando se pase el chorro de agua por las partes del vehículo que hayan sufrido rayones y golpes. Hay que pensar que si la carrocería puede sufrir daños si no se mantiene una distancia correcta, el mal uso de un sistema de alta presión puede dañar la piel.