El anuncio de una posible alianza entre Renault y FCA fue toda una sorpresa, y más para Nissan, que se enteró de esta noticia apenas unos días antes de que se hiciera pública. Indudablemente, este hecho hace que las luces rojas se hayan encendido dentro de la compañía japonesa, ya que en caso de lograrse esta fusión podría debilitar aún más su posición en una asociación de veinte años de antigüedad.
Todo indica que el Presidente Ejecutivo de Nissan Motor Co, Hiroto Saikawa, se enteró del plan de fusión a través de su propio Director de Operaciones, Yasuhiro Yamauchi, quien también forma parte del organigrama de Renault. Ahora bien, Saikawa fue avisado de manera oficial por parte del consorcio francés un día antes de que se hiciera pública la intención de alianza.
Ante esta posible fusión, existe la duda sobre que pasará con Nissan, si formará parte o no dentro de los planes de Renault y FCA. Debido a este escenario, el Presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, llegó a Japón para discutir el acuerdo propuesto, y probablemente para tratar de suavizar las relaciones que se han complicado desde la detención de Carlos Ghosn.
Renault posee una participación del 43,4% en Nissan, y había apuntado previamente para una fusión con el fabricante nipón, pero Hiroto Saikawa se ha opuesto durante mucho tiempo a una integración completa.
Igualmente, las nuevas plataformas y trenes motrocies desarrolladas por FCA-Renault también podrían plantear un dilema para Nissan, desafiando su independencia celosamente guardada en algunas áreas de ingeniería, investigación y desarrollo. Esta situación podría obligar a Nissan a elegir entre la tecnología desarrollada en otro lugar o ir sola.
Pero el plan de FCA es otro, ya que ha dicho que un acuerdo de fusión abarcaría a Nissan y a otro miembro de la alianza, Mitsubishi Motors, ya que son considerados como "socios valiosos y respetados". Aún así, hay conciencia de la fricción entre Renault y Nissan, que es quizás la razón por la cual la empresa japonesa no participó en las conversaciones en una etapa anterior.
Más allá de los deseos de FCA, hay quien también anhela que Nissan esté dentro de la alianza en caso de llegar a un acuerdo con Renault, se trata del gobierno francés, que posee acciones en Renault.
Pero durante mucho tiempo ha habido tensiones entre Francia y Japón por el desequilibrio de poder en la alianza, ya que Nissan solo tiene una participación sin voto del 15% en Renault.
Uno de los motivos por los cuales Nissan no quiere o quería ir más allá, es por la clara ventaja que tiene en materia de tecnología, incluidos los vehículos que cumplen con las regulaciones de emisiones más estrictas de China. Por lo tanto, Renault y FCA, necesitarían a Nissan para ayudarles a cumplir con las normar de ahorro de combustible, emisiones y vehículos eléctricos, que cada vez más difíciles en todo el mundo.
Algo también a considerar es que una alianza FCA-Renault también generaría preguntas sobre cómo extraer sinergias en algunos mercados donde compiten Nissan y FCA, como en pick-ups y SUVs en Norteamérica. Sea cual sea ele caso, Renault debe estar preparado para considerar la creación de tales desafíos puede ser una señal de su frustración con la renuencia de Nissan por una fusión total. Si ocurre la fusión Renault-FIAT y el status de Nissan-Renault continúa, la posición e influencia de Nissan dentro de la alianza quedará detrás de FIAT.