En 1911, para participar en la primera competencia de las 500 Millas de Indianápolis, el entusiasta y fabricante Howard C. Marmon decidió construir un bólido innovador, el cual resultó particularmente estrecho para dejar espacio a los dos ocupantes que solían abordar cada vehículo: piloto y mecánico, que era quien informaba al conductor sobre la ubicación de los rivales.
Ante la imposibilidad de acomodar las dos plazas en su bólido, Marmon decidió reemplazar a su navegante por un espejo, para que supliera en parte sus tareas; la estrategia, además de dar origen al espejo retrovisor, también resultó favorable para el “Marmon Wasp”, que se consagró como el primer ganador de la competencia.
Desde que el espejo retrovisor se convirtió en elemento de serie son innegables los beneficios en materia de seguridad que supone para los ocupantes de un vehículo. En todo caso, la evolución en los últimos años de este accesorio ha elevado su funcionalidad. Por ejemplo, hace algunos años surgieron los espejos electrocrómicos, que cuentan con tecnología que utiliza corriente para oscurecer el espejo y evitar que la luz de otros autos deslumbre al conductor.
Un paso en la evolución actual son los espejos retrovisores digitales, que ofrecen múltiples servicios y son cada vez más demandados por los usuarios. Este dispostivo es muy útil, sobre todo para vehículos de grandes dimensiones, como las SUV, pues al tener una posición de manejo más elevada, tienen mayores “puntos ciegos”.
Existen varios modelos de retrovisores digitales y en muchos casos trabajan solidarios con cámaras que amplían el campo de visión del espejo convencional. Existen los espejos retrovisores digitales de doble función, que con solo presionar un comando se convierte en una pantalla panorámica complementaria a la cámara de retroceso, permitiendo así una visualización completa de todo el entorno que hay detrás del vehículo.
La funcionalidad del sistema de visión 360°, que ofrecen algunos modelos funciona gracias a cuatro cámaras incorporadas alrededor del vehículo, las cuales proveen una vista panorámica integral y en tiempo real. Este ángulo de visión se complementa con la cámara de reversa y los sensores de movimiento, brindando una imagen clara de todo lo que se encuentra alrededor del vehículo y favoreciendo la seguridad en las maniobras de reversa.
Si bien existen cámaras de reversa y espejos retrovisores digitales que se pueden instalar en cualquier vehículo nuevo o usado, lo recomendable es que estos gadgets vengan instalados de fábrica y sean parte del equipo original de la marca, con ello se evitan posibles fallas o riesgos para el conductor o los transeúntes.