Este 5 de julio de 2019 se cumplen cuarenta años de la vez que FIAT introdujo a las calles de Brasil y el mundo el primer auto con motor a etanol producido en serie. En un contexto mundial posterior a la crisis del petroleo de 1973 se comenzó a desarrollar en Brasil la tecnología para hacer motores motivados por combustibles derivados de la caña de azúcar. Para el lanzamiento del Fiat 147 ya se había iniciado la segunda crisis del petroleo, de 1979.
En 1976 Fiat se presentó por primera vez en el Salón del Automóvil de San Pablo y aprovechó de exhibir un prototipo de un 147 con motor a etanol que ostentaba decenas de miles de kilómetros de pruebas. El año siguiente fue dedicado al desarrollo de este producto y a más pruebas con más unidades.
Fiat creó en 1978 un nuevo motor 1.3 L que producía 61 CV y 113 Nm de torque que resultó idóneo para su uso con etanol y mejor que el motor naftero de 1.0 Le ya usaba el 147. Así se entregaron tresidades al Departamento Nacional de Carreteras para evaluados y poder enfrentar un nuevo desafío inminente.
En septiembre del mismo año un 147 con un motor 100% a etanol comenzó una de las pruebas definitivas de esta motorización, que consistió en 12 días de viaje por Brasil para recorrer 6.800 km, 3.000 kilómetros por tierra con variaciones climáticas incluso superiores a los 30°C.
La fuerza femenina forma parte de la historia del "Cachaciño", como apodaban al 147 movido por el combustible acohólico, por el olor que salía del escape de estas unidades. En el mismo 1979, Anna Cambiaghi (Italia) y Dulce Nilda Doege (Brasil) corrieron en un 147 a etanol en el Rallye Internacional de Brasil. Al final lograron terminar en el cuarto lugar de la clasificación general y ser el auto brasileño de mejor clasificación en una competencia que tenía nada menos que 2.200 km de recorrido.
El camino y el desarrollo
Este nuevo motor tenía una relación de compresión mucho mayor que la unidad a nafta, 11.2:1 contra los 7.5:1. Esto habría sido la razón del consumo 30% mayor. Además, durante los primeros años se tuvo que lidiar con problemas de óxido y reforzamiento de algunas piezas, según cuenta el Supervisor de Ingeniería de Producto de FCA, Ronaldo Ávila, quien en la década de 1980 trabajaba en el laboratório químico de la fábrica,
"Mi equipo analizaba las partes de los motores. Era un desafío muy grande: en un inicio había óxido. Para que pudiese trabajar con etanol el sistema de alimentación como un todo (tanque de combustible, bomba, mangueras, carburador, etc) debía ser más robusto para soportar un combustible extremadamente corrosivo", explicó Ávila.
Para FCA los motores habilitados para funcionar con etanol son una herramienta fundamental en la estrategia del conglomerado y se empeñan en desarrollarlos, como lo expone el Director de Asuntos Regulatorios y Cumplimiento de FCA, João Irineu.
"El etanol fue, es y siempre será importante para nosotros. Es estratégico para la compañía y tiene un papel muy importante en la reducción del efecto invernadero. Comenzamos hace 40 años con un sistema de carburador y hoy trabajamos en el desarrollo de un sistema turbo, inyección directa y una serie de otras alternativas de serán incorporadas al motor a etanol para mejorar el desempeño en relación al motor a nafta", reveló Irineu.