Honda, (en este caso Acura por tratarse de la filial estadounidense) preparó un video comparativo entre el NSX regular y su versión adaptada para pista, el NSX GT3 Evo, que está específicamente pensada para correr en la International Motor Sports Association (IMSA).
El NSX normal no es poca cosa, es más, su tren motriz es evidencia de su sofisticación e insinúa su potencial en pista, ya que usa un motor V6 biturbo de 3.5 litros, una caja automática de doble embrague de nueve cambios, y nada menos que tres motores eléctricos, dos para el eje delantero y uno para el trasero. Sin embargo, el NSX de carrera cambia sus aspectos técnicos debido al reglamento de la IMSA, en este caso.
La versión de pista del NSX se deshace del sistema híbrido y se queda con el motor V6, reemplaza la caja de doble embrague por una secuencial de 6 marchas, modifica todos los paneles exteriores para generar un 500% más de carga aerodinámica, pero todo esto se arma sobre el mismo chasis de aluminio que usa el NSX de calle, razón por la que ambos modelos todavía comparten un 80% de sus piezas, según afirma Honda.
Para mostrar cuál es la diferencia en la realidad, fuera del papel y la teoría, la marca japonesa llevó a estos dos modelos y al piloto líder de la IMSA actualmente, Trent Hindman, al circuito Mid-Ohio Sports Car Course para medir tiempos de aceleración, comparar la capacidad de frenado, la facilidad de uso (evidentemente con ventaja para el NSX de calle) y cómo todas las diferencias entre ambos autos se traducen en el tiempo de vuelta de cada uno.
Para que se hagan una idea antes de mirar el video, el NSX de calle, entre su motor V6 y sus tres motores eléctricos, genera 573 CV y 645 Nm de torque que llegan al asfalto por las cuatro ruedas. El GT3 Evo, por su lado, baja su potencia hasta los 550 CV, su torque máximo prácticamente se mantiene idéntico, pierde la transferencia de potencia a las ruedas delanteras pero adelgaza casi 500 kilos respecto del NSX.
Face-off: Acura NSX vs. NSX GT3 Evo