Mientras las cuentas de los fabricantes ingleses no cuadran, Ferrari reveló que en el primer semestre de 2019 logró vender 5.281 vehículos a nivel mundial, es decir, un 15% de crecimiento en comparación con el mismo periodo de 2018, lo que significa unas 690 unidades más.
Los ingresos de la compañía entre enero y junio se situaron en 1.924 millones de euros, lo que se traduce en un alza del 11% respecto al primer semestre del año pasado, gracias a la cantidad de vehículos vendidos, a los ingresos obtenidos por la personalización de vehículos, la venta de motores y repuestos, y los patrocinios comerciales y de marca.
De acuerdo con Ferrari, este crecimiento económico se debe al aumento de sus ventas mundiales, así como por el mejor 'mix' de precio, por el impacto positivo experimentado en los programas de personalización de sus modelos y por las entregas del FXX K Evo.
Este éxito permitió a la marca de Maranello cerrar los primeros seis meses del año con un beneficio neto de 364 millones de euros, o sea, un 18% más que lo obtenido en la primera mitad de 2018, que fueron 309 millones de euros.