La industria automotriz siempre ha tenido un pie en la tierra del mundo deportivo (además del automovilismo), sobre todo en el del fútbol, ya que diversas marcas han sido patrocinadores principales de algún club de renombre, como lo han hecho Chevrolet, Mercedes-Benz, Jeep, Volkswagen, Toyota, y muchas otras más.
Audi, por su parte, decidió concluir la colaboración que llevaba con el FC Barcelona, dejando un hueco para que alguna otra marca automotriz ocupe su lugar. Por obvias razones una de las primeras en postularse fue la naciente firma española, Cupra, la división deportiva de SEAT.
El Barcelona es uno de los equipos que más cobran por patrocinios, junto a clubes como el Real Madrid y el Atlético de Madrid. La Liga española resulta ser la más rentable y una de las más vistas por fanáticos del fútbol alrededor del mundo.
Esto por ende le daría mayor proyección a CUPRA, ya que el intercambio planeado iría más allá de transferir su nueva línea deportiva de vehículos a los jugadores. Aquí el posicionamiento y el dar conocimiento de la marca jugarían un papel importante, se habla de aproximadamente 5 millones de euros los que pagaría CUPRA por dicha promoción.
Pero ¿cuál fue el motivo por el que la firma de los cuatro aros decidió retirarse tras 13 años de contrato? La realidad es que los directivos del fabricante no estaba a gusto con que los jugadores del club catalán utilizaran autos de otras marcas para ir a los entrenamientos y partidos, ya que así dejaban en segundo plano los Audi que les fueron proporcionados por ser parte del club. Claro, a los futbolístas más famosos les gustan también otras marcas como Bentley, Lamborghini, Ferrari, o incluso Bugatti.