Como parte de su plan de transformación hacía la movilidad eléctrica, BMW dio a conocer que la próxima generación de su caballito de batalla, el Serie 7, se ofrecerá en una versión totalmente eléctrica.
De esta manera, el sedán más grande y lujoso de la marca alemana estará disponible por primera vez en cuatro tipos de variantes en relación con su sistema de propulsión: Diésel, naftero, híbrido enchufable y eléctrico, este último dotado de un sistema de quinta generación.
Gracias al haber sido precursor en la industria de autos eléctricos, el BMW Group es actualmente uno de los principales fabricantes y proveedores del segmento. Como no podía ser de otra manera, actualmente está ampliando su gama de modelos de forma significativa, a tal punto que para finales de 2021 la compañía tiene el objetivo de sumar más de un millón de ventas con vehículos de sistemas de tracción totalmente eléctricos o híbridos enchufables, gracias a los cinco modelos de producción en serie con los que espera contar.
Como mencionamos un teimpo atrás, tras los lanzamientos del i3 y el MINI Cooper SE, la empresa sumará al iX3 en este 2020, que producirá en la planta de Shenyang, China. En 2021 se vendrá el iNEXT, a hacerse en Dingolfing, Alemania, y el i4 en la planta de Munich, también en suelo germano.
Para 2023, el BMW Group tendrá 25 modelos electrificados y más de la mitad serán 100% eléctricos. Con estas premisas, la empresa se encuentra en una posición idónea para satisfacer la demanda en cada uno de los segmentos del mercado y ofrecer a sus clientes un verdadero abanico entre los distintos tipos de propulsión.
Estas medidas tienen directa relación con las previsiones a corto plazo: se espera que para 2021 la demanda de vehículos eléctricos se duplique en comparación con 2019. Para ese entonces, BMW tiene como idea registrar un crecimiento pronunciado que concluiría recién en 2025, al esperar un aumento del 30% anual en las ventas de autos a batería.