El pasado 28 de abril se cumplieron 80 años de la primera y única victoria de BMW en la Mille Miglia, icónica prueba de resistencia cuyo inicio y final era en Brescia, Italia.
La competencia se disputó en un circuito rutero de 1.600 kilómetros que se transitó en nueve ocasiones y entró en la historia de la firma alemana gracias a un final perfecto, que se dio como resultado de una sorprendente parada poco antes de la línea de meta.
El arranque de la 13ª edición, celebrada en 1940, fue signado por el liderazgo de dos BMW 328 Coupé. Sin embargo, uno de ellos (el 328 Kamm Coupé) debió retirarse por problemas técnicos, lo que dejó al dúo de Fritz Huschke von Hanstein y Walter Bäumer como el encargado de asegurar el éxito de la marca.
La Coupé Berlinetta Touring continuó al frente por sobre muchos autos italianos exitosos, pero ello no significaba que tuvieran todo controlado: la estrategia les dio a los jefes del equipo un verdadero dolor de cabeza. Es que von Hanstein estaba tan obsesionado con la victoria que continuamente adelantaba el cambio de pilotos, y Bäumer pronto descubrió que era extremadamente difícil reprimir su impaciencia.
En un momento determinado, desde la dirección de la escuadra le ordenaron a von Hanstein que permaneciera en el asiento del acompañante. Ello derivó en que poco antes de la línea de meta los pilotos realizaran una maniobra que dejó sin aliento a los espectadores: Von Hanstein detuvo el 328 Coupé y Bäumer se hizo cargo del volante. Esa acción, que sin duda les hizo perder tiempo en un momento crucial de la competencia, no le trajo grandes problemas al binomio gracias a la ventaja de sobra que le habían sacado a sus perseguidores.
Además del éxito general, tres BMW 328 Roadster ocuparon el tercer, quinto y sexto lugar, lo que le dio a la marca de Münich el premio al mejor equipo.
Bäumer recibió la bandera a cuadros y llevó al triunfo al BMW 328 Coupé Berlinetta Touring, que terminó con una ventaja de 15 minutos sobre su escolta. Además, el dúo alemán estableció el récord de velocidad de la prueba al correr a un promedio de 166.7 km/h, que se convirtió en una marca que nunca se igualó en la historia de la Mille Miglia, que dejó de disputarse en 1957. Así, BMW obtuvo su primer y único triunfo en la exigencia italiana, que también fue el segundo de un fabricante extranjero tras lo hecho por Mercedes-Benz en 1931.
¿Cómo nació este proyecto de BMW?
En la Carrera Eifel de 1936, celebrada en Nürburgring, el BMW 328 fue el vehículo más rápido en la clase de 2 L, por lo que logró la victoria en su primera competencia.
En 1938 el 328 ya había dejado su huella con un éxito de clase en la Mille Miglia. Dos años después, BMW apuntó a la victoria general (en 1939 la competencia fue suspendida) con la participación de tres Roadster y dos versiones cerradas del 328.
El 328 Coupé con carrocería aerodinámica había sido diseñado por el preparador italiano Touring. Los jóvenes von Hanstein y Bäumer, elegidos por la marca como dos de sus pilotos, habían comenzado sus carreras en el motociclismo y a principios de la década del treinta lograron sus primeros triunfos en el automovilismo con los modelos de la casa germana. Además, Bäumer ya había ganado con el BMW 3/15 PS DA 3 "Type Wartburg", mientras que en 1938 von Hanstein se convirtió en el campeón del gran premio alemán de autos deportivos “Hillclimb” con el BMW 328. Eran el equipo soñado para la Mille Miglia de 1940.
El homenaje
En 2006, BMW presentó el 328 Mille Miglia Concept, modelo con el que homenajeó al vencedor de la prueba italiana. Una vez más los diseñadores de la firma alemana mezclaron el diseño clásico con tendencias vanguardistas.
Un dato curioso de Fritz Huschke von Hanstein
El alemán participó en 1954 de la Carrera Panamericana pero defendiendo los colores de Porsche, marca que debutó internacionalmente en la famosa carrera que atravesaba México de frontera a frontera, y que tuvo a Juan Manuel Fangio como uno de sus ganadores, más precisamente en la edición de 1953.