El Serie 3 es uno de esos modelos donde BMW conjuga su mejor saber: es un sedán Premium, práctico, confortable, pero a la vez muy dinámico, sin que una cosa entre en contradicción con la otra. Durante 6 generaciones la marca supo capturar este balance, ¿lo logra con la última entrega del modelo? Lo analizamos en este test al 330i.
Diseño G20
La nueva generación del BMW·Serie 3 conserva todos los elementos clásicos, pero con mayores dimensiones exteriores y nuevos trucos tecnológicos. El motor sigue de manera longitudinal y la tracción trasera, pero el 330i ya no tiene un seis cilindros en línea, sino un 2.0L cuatro cilindros turbo… ya veremos qué pasa.
Otra cosa que no cambia es el trabajo de proporciones con el voladizo delantero corto, el capot largo y todo el peso tirado hacia atrás. Es más, te diría que “BM” magnificó este trabajo algo que aprecias en la distancia que hay entre las ruedas y el inicio de las puertas.
¿En qué están pensando en BMW para cambiar el Hofmeister uno de sus elementos más icónicos?
Siento que la marca pisó sobre barro en algunos elementos nuevos o retocados como las entradas de aire tipo NACA, la ausencia de los clásicos ojos de ángel en las ópticas delanteras y el diseño alargado de las luces traseras que parece muy Lexus. Sobre todo me perturba que hayan alterado en el quiebre Hofmeister (el de la ventanilla trasera sobre el pilar C). ¿En qué están pensando en BMW para meterse con uno de sus elementos más icónicos y distintivos como marca?
Mirá el video que acompaña a esta nota para tener más datos del diseño.
Interior
Una de las cualidades históricas del Serie 3 es su enfoque hacia el conductor, al punto que lo llamo configuración 1+3 (conductor + tres acompañantes). ¿Por qué digo esto? Primero porque durante años el tablero estuvo apuntado al conductor, dejando poco para el acompañante. Segundo, por el poco espacio trasero, limitado por la distribución mecánica.
lo llamo configuración 1+3 (conductor + tres acompañantes)
En la encarnación G20 del Serie 3 el tablero está ligeramente apuntado hacia el conductor, dejando espacio de maniobra al acompañante que tiene a mano el iDrive y la pantalla, que ahora es táctil. El espacio no se siente muy amplio debido al túnel de transmisión ancho que permite lograr el reparto de pesos idóneo que identifica al modelo.
Si bien el diseño anguloso no es lo que más me gusta, hay que destacar la simpleza y belleza de elementos como el control de climatización con dos perillas y pequeños displays integrados a las líneas de las bocas de aireación. La calidad de plásticos y de decorados es perfecta, destaco el gran aplique en metal y quizás critico el exceso de negro piano en la parte central.
Asientos traseros, baúl y (no) auxilio
Una de las cualidades de esta generación G20 del Serie 3 es que BMW agregó 41 mm entre ejes y eso lo vas a disfrutar en las plazas traseras donde vas a poder estirar las piernas (en el buen sentido de la expresión) y descansar en paz (sigo). A destacar, la calidad de los materiales es la misma que adelante. A tener en cuenta, si sumás que el auto es bajo y que las puertas son chicas, entrar y salir no es tan fácil para los que pasamos cierta edad.
la calidad de los materiales es la misma que adelante
Curiosamente el baúl no tiene los elaborados sistemas pantográficos para evitar las “barras intrusivas”, aunque están carenadas para no lastimar la carga. El formato es algo angosto, pero es largo, profundo y uniforme, con guarda cosas a los costados y 480 litros de capacidad.
Si querés levantar el piso para ver el auxilio, vas a ver que no hay manijas, ni nada. La marca no quiere que lo levantes porque abajo está la batería y nada más. ¿Y el auxilio? Hace generaciones que BMW migró hacia el sistema Run Flat y no deja margen de discusión porque no hay donde meter una rueda, ni galletita.
Multimedia y equipamiento
La pantalla principal del Serie 3 es muy buena y podés configurar en distintas “páginas” con 1, 2 o 3 elementos por cada una. Además, te deja espejar los teléfonos de la manzana, aunque sigue discriminando a los que estamos en condición de Android.
El cuadro de instrumentos también es una pantalla con indicadores por aguja (digitales) que incluyen temperatura de agua. Hay mucha información personalizable como el navegador, computadora, etc. y cambia el tipo de pantalla según tu preferencia a el modo de conducción que estás usando.
podés repetir o distribuir información entre el cluster, la pantalla y el HUD
Por último, podés repetir o distribuir información entre el cuadro de instrumentos, la pantalla multimedia y el Head Up Display (HUD ) que te muestra información del GPS, velocidad y un tacómetro estilo F1 para el modo Sport.
La dotación de confort en estos modelos suele ser amplia, especialmente en el tope de gama como este 330i, aunque muchas veces modelos generalistas incluyen lo mismo o más. Podés ver todo el detalle de equipamiento en el Catálogo de Autocosmos, acá te resumo lo más destacado que tiene que ver con seguridad donde incluye Crucero adaptativo y aviso de colisión inminente que te muestra la alerta en el HUD.
Comportamiento dinámico
Sedán deportivo
Antes de empezar vamos al motor del este 330i que parece salido del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Es un 2.0L de cuatro cilindros con turbo que entrega 258 CV entre 5.000 y 6.500 giros, y 400 Nm entre 1.550 y 4.400 rpm, valor similar al de una pick-up, pero en un rango más amplio. No es solo lo que empuja este motor, es cuanta nafta pide a cambio lo que llama la atención.
Empecemos por lo divertido, pisás el acelerador e inicia la secuencia de despegue. Para que te hagas una idea, recupera de 80 -120 km/h en 4,7 segundos, y si rebajás a 3º primero en 3,97 segunditos. No importa a la velocidad que vayas, siempre tiene una respuesta contundente e inmediata a los pedidos del pie derecho.
Recuperación 80 – 120 km/h |
BMW 330i |
En D |
4,7 segundos |
En 3º |
3,97 segundos |
La performance se ve complementada por algo que adoro del Serie 3, una posición de manejo bien baja. Vas a quejarte al entrar y salir, pero mientras estás manejando, BMW te sigue entregando la verdadera experiencia de un sedán deportivo. Curiosamente, tanto pedal de freno como dirección se sienten algo artificiales, especialmente a baja velocidad, pero la experiencia sigue siendo deportiva, con una respuesta inmediata y fiel a cada comando que le des al Serie 3.
Sedán premium
Pasando al lado refinado de la vida, las suspensiones son confortables con alguna aspereza menor debido al neumático de perfil bajo. La insonorización roza la perfección y la caja automática parece estar hecha de crema con un paso casi imperceptible de sus 8 cambios.
Los consumos son asombrosos. A 120 km/h reales, este 330i va con rpm 1.800 rpm y reclama 5,7 L/100 km de nafta a cambio. En ciudad, la cifra es de 9,7L/100; vos me dirás que no es tan buena, pero tené en cuenta que es un sedán bastante grande con casi 260 CV.
Consumos |
BMW 3301 |
Autonomía |
120 km/h |
5,7 L/100km |
1.035 km |
Urbano |
9,7 L/100 km |
608 km |
Promedio |
7,7 L/100 km |
Tanque 59L |
Más arriba te hablé de magia, pero todo esto se logra a base de tecnología, incluyendo bombas eléctricas que se apagan cuando no son necesarias, parrilla activa que se cierra cuando no hace falta tanto aire y miles de trucos más que la marca viene perfeccionando desde hace ya muchos años.
Conclusiones
BMW no se equivoca manteniendo al Serie 3 fiel a su planteo original. Le puedo criticar que ya es muy grande, pero para chico está el Serie 1 sedán. Tampoco me gustan algunas cosas que están haciendo con la estética (para mí la generación anterior era mucho más linda), aunque las proporciones siguen salvando casi cualquier aberración como la alteración del pliegue Hofmeister.
Mi última crítica al 330i G20 es que algunos comandos como dirección y freno se sientan artificiales, y ese volante M de aro exageradamente grueso. El resto es genial, y no hablo de chiches o de decorados, o de pantallas, sino de la experiencia de manejo que es tan refinada y al mismo tiempo conectada con el conductor.