Tras más de un mes sin producción automotriz, esta semana varias fábricas nacionales retomaron sus actividades. Una de ellas fue la de Toyota, emplazada en la localidad de Zárate, provincia de Buenos Aires.
Para el regreso de sus empleados, la filial de la marca japonesa empleó un estricto protocolo sanitario. En él se incluyen medidas como la programación de un único turno de producción (al menos hasta fines de julio) y la modificación de algunos espacios de trabajo, todo con el fin de evitar el aglomeramiento de personas y la cercanía entre ellas, además de generar el tiempo necesario para una limpieza adicional de la planta. Además, algunas áreas permanecerán cerradas, mientras que otras continuarán activas pero con los empleados en sus domicilios, trabajando de forma remota.
Estas acciones se suman a las ya acordadas días atrás entre las terminales, empresas de autopartes, la Asociación de Concesionarios Automotores de la República Argentina (ACARA) y el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), que incluyen la medición de la temperatura de los empleados a través de cámaras termográficas y el traslado de sus hogares hacia la planta bajo la responsabilidad de la empresa, entre otras.
Toyota implementará su protocolo no solo en la fábrica, sino también en sus oficinas administrativas de Zárate y Martínez.