Fundada en 1895 en el entonces Imperio austrohúngaro (más precisamente en el territorio que hoy forma la República Checa), Skoda es uno de los fabricantes de autos más antiguos del mundo. Y aunque en su historia tuvo altibajos, la innovación fue parte de su ADN, tanto que resultó de los primeros en experimentar con energías alternativas al combustible como la electricidad.
El primer híbrido de la marca fue presentado en 1908, cuando Laurin y Vaclav Klement, fundadores de la firma, se acercaron a Frantisek Krizik, el hombre que diseñó el sistema de tranvías en Praga. Este tomó un prototipo del L&K Type E y construyó un sistema único que para funcionar usaba un motor a combustión, el cual producía la electricidad que a su vez impulsaba al eléctrico, que era el que hacía mover las ruedas. Estamos hablando de algo que pasó hace más de un siglo, por lo que la tecnología de las baterías era muy precaria. En ese momento no se avanzó más con el experimento, que igualmente les dejó la experiencia para intentarlo nuevamente treinta años después.
En 1908 Skoda creó su primer auto híbrido.
En 1938, la Segunda Guerra Mundial estaba a punto de estallar. Las importaciones de petróleo para la entonces Checoslovaquia y otras zonas de Europa estaban amenazadas, por lo que Skoda necesitaba crear un vehículo que no dependiera de combustibles fósiles y que al mismo tiempo ayudara a mantener el flujo de suministros. Por lo tanto, se dieron a la tarea de crear un camión de cerveza eléctrico que pudiera entregar el producto desde la fábrica Pilsen, ubicada al oeste de la ciudad de Bohemia. Se tomó esta decisión porque en aquella ciudad estaba la sede de Skoda Transportation y además porque allí se encontraba la marca de bebidas alcohólicas Pilsner Urquell (Plzeňský Prazdroj), que dio el nombre al tipo de cerveza pilsener, hoy difundido en el mundo entero.
El camión eléctrico entregó la cerveza a los bares y restaurantes de la ciudad durante muchos años. Como característica principal, contaba con baterías recargables de plomo ácido, que estaban montadas dentro del chasis. Además, podía transportar hasta tres toneladas de cerveza.
Hoy Skoda forma parte del Grupo Volkswagen, conglomerado que viene apostando fuertemente por la electrificación. Entonces, no sería descabellado volver a ver un camión de cervezas elécrico, ¿o no?