Noticias trágicas nos llegan desde el país vecino, donde el empresario Roberto Angeloni perdió su vida en un grave siniestro vial, que nos pone en la cara los peligros de la velocidad. Esto nos muestra que podés viajar en uno de los autos más caros y seguros de la región, pero si vas rápido ni la tecnología ni la suerte te salva. Lo único que podríamos mencionar como afortunado del caso es que la única víctima fue el conductor del Mercedes-AMG GT-C.
El siniestro (prefiero decir siniestro vial antes que accidente, los accidentes son fortuitos y generalmente en estos casos hay imprudencias) ocurrió en la autopista BR-101 en Biguaçu, muy cerca de Florianópolis, al sur de Brasil. Al parecer, las ondulaciones del asfalto se sumaron a un exceso de velocidad, lo que provocó que Angeloni pierda el control del bólido alemán, choque contra el lateral de una Ford Ranger y salga derrapando fuera del asfalto. Lamentablemente, en su camino encontró un poste de hormigón, que fue derribado por el impacto y provocó que el Mercedes-AMG GT-C se parta a la mitad.
Según el reporte de la policía local, Roberto Angeloni murió al instante y fue la única víctima, ya que ninguna otra persona sufrió heridas. El empresario era hijo del fundador del Grupo Angeloni, una gigantesca red que tiene supermercados, farmacias, estaciones de servicio y centros de distribución de mercaderías.
El Mercedes-AMG GT-C que manejaba Angeloni es uno de los vehículos más caros de la marca y también se vende en Argentina, es nada menos que la versión sin techo del superdeportivo alemán, con un motor V8 biturbo de 4.0L con 558 CV y 680 Nm llevados al eje trasero, que le permite hacer el 0 a 100 Km/h en 3.7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 316 Km/h. Obviamente, su precio no es sólo el motor y chasis, también viene con una extensa serie de lujos en su equipamiento y una completa dotación de seguridad activa y pasiva, aunque como verás, los límites de velocidad máxima por algo están, y cuando los pasás no hay ingeniería ni pericia que te puedan salvar.
Muerte en Brasil