Desde hace ya varias décadas que la industria automotriz adquirió máquinas y robots para la producción de vehículos, que si bien permitieron aumentar la velocidad de fabricación también fueron reemplazando a los empleados y empleadas del sector. Por ello, no resultó extraño que cada vez veamos menos personas dentro del proceso productivo, tendencia que la evolución de la tecnología no hizo más que mantener o incluso profundizar.
De acuerdo a los análisis hechos por Hays, consultora de recursos humanos a nivel mundial que plasmó sus resultados en la Guía Hays 2020, se espera que en 2030 más del 10% de los empleos de la industria dejen de existir. En este sentido, el 77% de las compañías asegura que despedirá a uno de cada diez trabajadores que actualmente trabaja en el ensamble de vehículos. Para peor, otras empresas señalan que la reducción de personal será de entre el 20% y 30%.
Desde el punto de vista de los empleados, la situación es diferente: el 73% de ellos está convencido de que su puesto de trabajo seguirá vigente dentro de diez años, contra al 22% que dice tener dudas sobre ello y el 5% que manifiesta que su empleo ya no existirá.
¿Ayuda o no el desarrollo del mercado eléctrico?
La tendencia a automatizar la producción será aún más marcada en los próximos años gracias a la proliferación de los autos eléctricos, para cuya fabricación se utilizan muchas menos piezas que para un auto convencional. De todas maneras, también vale mencionar que hará que el trabajo sea más calificado y aumentará la demanda de personas con carreras relativas al desarrollo tecnológico y a la gestión, a la adaptación y al mantenimiento de la tecnología.