Así como el 911 y el resto de la gama de Porsche está dotada de una gran performance gracias a su alto nivel de ingeniería, el primer auto eléctrico de producción masiva de la marca es un derroche de tecnología enmarcada en la deportividad absoluta. Estamos hablando del Taycan, cuyo funcionamiento podría ser igual al de otros deportivos pero que no lo es debido al trabajo que realiza su sistema eléctrico, que tiene como objetivo lograr una muy buena aceleración, gran capacidad de tracción y disponer de potencia permanentemente.
Motores síncronos
Para su propulsión, todas las versiones del Taycan (Turbo S, Turbo y 4S) poseen dos motores eléctricos, -uno en el eje delantero y otro en el trasero- cuya potencia deriva en las cuatro ruedas. Ambos impulsores tienen la propiedad de que son síncronos de imanes permanentes (Permanent Magnet Synchronous, PSM), lo que hace que cada motor genere un campo magnético natural, que da como resultado que el rotor se mueva en sincronía con el campo magnético giratorio del estátor.
Por otro lado, un inversor con modulación del pulso determina la frecuencia del campo giratorio en el estátor, estableciendo así la velocidad del rotor. Tanto el diseño, la función y el comportamiento térmico de los motores síncronos de imanes permanentes permiten lograr el buen desempeño característico de Porsche.
Otra peculiaridad de los motores eléctricos del Taycan es el bobinado de horquilla, en el que las bobinas en el solenoide del estátor están formadas por cables rectangulares en lugar de ser redondos. Antes de ser insertados en el núcleo laminado del estátor, los cables se doblan y adquieren forma de horquilla, de ahí su nombre. Esta tecnología, además de lograr una mayor refrigeración, permite bobinar los cables de una manera más compacta y por lo tanto integrar más cobre: mientras que los procedimientos de bobinado convencionales logran un llenado de cobre de entre el 45% y el 50%, aquí es casi del 70%. ¿El resultado? Aumento de potencia y torque sin incrementar el volumen.
Inversores para controlar los motores
Otro elemento clave del sistema eléctrico es el inversor con modulación de pulso, que activa los motores eléctricos. Hay uno para cada módulo y su trabajo es transformar la corriente continua suministrada por la batería en la corriente alterna necesaria para accionar los motores. Al momento de frenar, la situación se invierte: los inversores transforman la corriente alterna que se obtiene de la recuperación en corriente continua para cargar la batería.
Caja de cambios
En el eje delantero, la fuerza del motor eléctrico llega a las ruedas por medio de un engranaje planetario y de un diferencial epicicloidal integrado. Dotada de dos relaciones, la transmisión ubicada en el eje trasero es un elemento innovador desarrollado por Porsche. En el caso del primer cambio, permite al Taycan acelerar con fuerza en el arranque, mientras que en el segundo, con una relación más larga, asegura una alta eficiencia y grandes reservas de potencia, incluso a velocidades muy altas.
Además de la relación del engranaje epicicloidal, hay otro adicional para la primera marcha, con una relación muy corta. Aproximadamente, 15 revoluciones del motor corresponden a una vuelta de la rueda. Esto da como resultado un torque de más de 8.000 rpm, lo que permite una gran aceleración en el arranque.
Recuperación de energía
En los vehículos con motor de combustión, al frenar la energía cinética se convierte en calor. En el caso de los eléctricos, es posible recuperar gran parte de dicha energía al utilizar los motores como generadores y alimentar la batería con ello.
Respecto al Taycan en sí, la capacidad máxima de recuperación de energía es significativamente superior a la de la mayoría de sus rivales del segmento. Además de esta supremacía, el Taycan ofrece tres configuraciones distintas de recuperación de energía al levantar el pie del acelerador:
- En la primera no hay retención. El deportivo sigue avanzando por inercia y no hay recuperación de energía.
- En la segunda, la retención es moderada.
- En la tercera, se recupera el máximo de energía posible.
Al elegir la versión más poderosa del Taycan, el Turbo S, este Porsche ofrece 560 kW (761 CV) gracias a las funciones overboost y Launch Control. El Taycan Turbo llega hasta los 500 kW (680 CV), mientras el Taycan 4S ofrece dos niveles de potencia en función de la batería elegida: con la batería Performance consigue hasta 390 kW (530 CV) y con la Performance Plus, hasta 420 (571 CV).