Desde enero del 2022 tendremos un Campeonato Mundial de Rally (WRC) disputado con autos híbridos. Pero ya en este 2021 el Mundial de Resistencia (WEC) cuenta con un reglamento que apunta a la electrificación. Y además tenemos un Campeonato Mundial de la FIA de Fórmula E, entre muchos otros ejemplos. Bueno, resulta que a esta ola de ecologismo se sumará el Campeonato Mundial de Motociclismo de Velocidad (MotoGP).
A pesar de contar con el campeonato de Moto E desde hace tres temporadas, la categoría reina del Mundial anunció una serie de medidas que buscan mejorar la sustentabilidad del campeonato sin minimizar su esencia deportiva y tecnológica.
En concreto, a partir de 2024, al menos el 40% del combustible que se utilice en MotoGP deberá tener una procedencia no fósil, mientras que para 2027 se debería alcanzar el 100%.
"MotoGP es una plataforma global con el poder de liderar la evolución tanto en la industria de la moto como de la movilidad eléctrificada, gracias a que ocupa una posición única, al ser una de las categorías más populares y tecnológicamente avanzadas del mundo, y que además es un laboratorio de carreras impulsado por la innovación y el desarrollo", dicen desde Dorna, organizador del certamen, y la Federación Internacional de Motociclismo (FIM).
La información indica que los seis fabricantes inscriptos en el MotoGP (Aprilia, Ducati, Honda, KTM, Suzuki y Yamaha) podrán seguir trabajando con su proveedor a elección, que en la actualidad son Repsol, Shell, Elf, ETS y Petronas, siempre y cuando cumplan con determinados aspectos en sus combustibles. Por su parte, las categorías inferiores (Moto3 y Moto2) continuarán con un provedor único de combustible para todos.
"MotoGP se convertirá en una plataforma para el desarrollo de los combustibles no fósiles, y cada fabricante trabajará con su proveedor para desarrollar el propio, lo que garantizará que la tecnología y el conocimiento sobre el tema llegue a las motos y estaciones de servicio de cualquier ciudad", continúa el comunicado.
La información indica que los combustibles ecológicos serán creados en un laboratorio y deberán poder funcionar en un motor de combustión estándar. Se permitirá el uso de componentes provenientes de un esquema de captura de carbono, o derivados de residuos municipales o biomasa no alimentaria, logrando rebajar significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.