Hace casi dos décadas nació en China la automotriz BYD. Dedicada al mercado interno, la firma se destacó por realizar vehículos muy similares a los de Toyota, y venderlos a precios bastante más accesibles. Por ese entonces, la firma nipona no se preocupó demasiado, teniendo en cuenta que la calidad de los vehículos chinos no era bien considerada, por lo que, al igual que otras firmas que pasaron por la misma situación, dejó que BYD se desarrolle dentro de China.
El tiempo paso y la producción en el Gigante Asiático fue mejorando, lo que derivó en que, en las últimas horas, ambas firmas alcanzaran un acuerdo para que los modelos Toyota incorporen tecnología de BYD, que hoy es una de las tres marcas más importantes del mercado automotriz eléctrico.
El vínculo se suma al alcanzado en 2020 entre BYD e Hino, firma del Grupo Toyota, y que tuvo como objetivo la producción de vehículos comerciales 100% eléctricos. Ahora, las intenciones son otras.
Toyota y BYD: sedán en camino
De acuerdo a lo informado por la agencia Reuters, el flamante vínculo tendría como fin la producción de un sedán 100% eléctrico, que en tamaño sería un poco más grande que el Corolla.
Destinado únicamente al mercado chino, el nuevo modelo se ubicaría por debajo de otros premium como el Tesla Model Y y el NIO ES6. Se espera que Toyota lo devele como concept en abril próximo, durante el Salón del Automóvil de Beijing, para luego lanzarlo oficialmente como el segundo integrante de la submarca bZ.
El aporte de BYD
La intención de Toyota de contar con BYD como socio radica en la Blade Battery, batería producida por la firma china y que al momento de su lanzamiento se destacó por ser una de las más seguras del mundo.
Ya utilizada por Tesla, la Blade Battery es de litio-ferro-fosfato (LFP), lo que le brinda ciertas ventajas con respecto a las baterías de iones de litio:
- Es más chica
- Su vida útil es más larga
- Es menos propensa al sobrecalentamiento
- Una mala: su densidad de energía es más baja
Otro gran beneficio de la batería de BYD es su costo de producción. Aparentemente, Toyota habría buscado durante años la manera de producir un sedán eléctrico en China que no le genere déficit, problema cuya solución habría encontrado con el producto de BYD.