Uno de los futbolistas argentinos más destacados de la última década vuelve a ser noticia en el mundo automotriz. Estamos hablando de Sergio Agüero, quien en junio pasado sorteó un Range Rover Evoque entre los empleados del Manchester City, y en octubre adquirió una Ferrari SF90 Stradale, la más potente jamás hecha por la marca italiana.
Ya llegando a fin de año, el hoy jugador del Barcelona decidió poner a la venta su Lamborghini Aventador, superdeportivo que adquirió en 2014 pero que nunca quiso. Sí, así como lees.
Se lo quiere sacar de encima
El Kun junto al preparador Yiannimize, tras tunear su Lambo.
Hace apenas unos meses, Agüero reconoció a medios argentinos su poco aprecio por la máquina italiana, que al momento de la compra estaba valuada en 1.5 millones de dólares. “Hace dos años que vengo pensando para qué m**rd* compré ese auto”, expresó el deportista, antes de asegurar que “no lo uso nunca, si hasta tiene telarañas”.
Además de tratarse de uno de los modelos más potentes de la historia de Lamborghini, y que supo ser el sucesor del Murciélago, el Aventador del Kun fue personalizado por el preparador Yiannimize, quien pintó el exterior de negro mate, le colocó llantas con detalles en naranja y redecoró el interior con varios elementos en rojo. Sin embargo, eso parece no haber sido suficiente para el gusto del ex Independiente.
A la venta en la casa británica Auto Trader, el Aventador posee apenas 1.200 kilómetros recorridos, es impulsado por un motor V12 que eroga 700 CV y 720 Nm de torque, y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2s9 y de alcanzar una velocidad máxima de 350 km/h.
Así es el interior del Aventador de Agüero.