En China no falta la estucia y si han logrado avanzar tanto en el mundo automotriz es precisamente por la ley que obliga a que todos los fabricantes de automóviles que quieran establecerse en el país, tengan que asociarse obligatoriamente y paritariamente con algún fabricante local. Desde 1994 que no hay otra alternativa, pero como el apetito por entrar a China es más grande, todas las marcas importantes accedieron a participar de distintas alianzas y no solo con una sino que a veces, hasta con dos fabricantes.
Así, las marcas grandes ganan producción a escala y ventas en el mercado más grande, aprovechando de aprender un poco de electromovilidad y cosas en las que la industria china se destaca. Por el otro lado, las marcas chinas ganan aceleradamente toda la experiencia de años de historia automotriz en cuanto a calidad, materiales, diseño, construcción de marca, marketing en mercados internacionales, etc.
¿Adiós a las alianzas?
Una alianza que salió buena fue la de SAIC con GM, porque ahora GM puede contar con modelos más accesibles para mercados emergentes, como el Chevrolet Groove, que es un Baojun 510.
Las alianzas han salido buenas y provechosas, al punto que hoy las marcas chinas más importantes están muy maduras, mientras que otras, por su capital, les han salvado el pellejo a otras de mayor linaje pero que no la han tenido fácil. Parece una sinergia muy productiva. Pero esto ya no será así, según lo que declara el Ministerio de Comercio de China en un reporte de Quatro Rodas. A partir del primer día del 2022, la ley desaparece y las marcas podrán instalarse por sí solas en el país.
Para algunos fabricantes esto puede ser beneficioso porque no tendrán que compartir más sus secretos. Un ejemplo es Mercedes-Benz, que recientemente bajó su participación en la alianza que tienen con BYD en la marca Denza. Pero para otros fabricantes, quizás el beneficio sea mayor en cuanto a la economía de escala.
¿Pero esto no tiene que ver con mejorar la calidad de los autos?
Volvo le debe mucho a Geely. Hoy los suecos son uno solo con la marca china y así han podido seguir liderando en seguridad. El S90, el buque insignia de la marca hoy se fabrica en China.
Por supuesto que no. En una economía como la de China, esto se generó como una medida de protección para las fábricas automotrices locales, para que no fueran devoradas por los modelos extranjeros y también para que parte de las ganancias quedaran en el país. Esto también aligera la carga estatal de los fabricantes más grandes de China, donde el gobierno aún tiene participación económica, como SAIC, FAW, BAIC, Changan o Dongfeng, precisamente las marcas que tienen alianzas con los fabricantes más importantes del exterior, incluyendo Honda, Volkswagen o General Motors.
¿Quiénes se independizarán? ¿Quiénes permanecerán con sus aliados orientales? Eso estará por verse a partir del próximo año.
