A finales de enero, te contamos de qué manera podía llegar a aumentar el impuesto interno automotor en marzo, en lo que iba a ser su primera suba del 2022. Ya estando en el inicio del tercer mes del año, se confirma la modificación de la escala imponible.
Desde el pasado 1º de diciembre y hasta el 28 de febrero, el denominado vulgarmente “impuesto al lujo” se aplicó de acuerdo a los siguientes precios de venta al público:
- 20% para vehículos que superan los $3.400.000
- 35% para los que superan los $7.960.000
Ahora, la base del impuesto se actualizó con un aumento de casi el 10%. En concreto, el monto del vehículo salido de fábrica que se tiene en cuenta pasó de ser de $2.410.954 a $2.648.609, por lo que la suba fue de un 9,85%. Si a aquel valor se le suma el IVA (21%) y la comisión de los concesionarios (15% aprox.), el precio final al público ronda los $3.770.000. Desde ese valor se aplica el 20% de la alícuota del impuesto.
En cuanto al 35%, se aplica en modelos cuyo monto base es de $4.889.740. En este caso, mencionar el precio de salida al público resulta más complejo, ya que, en su mayoría, incluye a modelos importados. En un contexto donde hay inconvenientes en el stock de los vehículos traídos del exterior, los sobreprecios están a la orden del día.
La variación del “impuesto al lujo” se produce en base al Sistema de Índices de Precios Mayoristas (SIPM) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), y al valor de los vehículos 0km durante los últimos meses. Los nuevos valores tendrán validez hasta el próximo 31 de mayo.
¿Qué vehículos no pagan el “impuesto al lujo”?
Quedan exentos de la Ley de Impuestos Internos todas las pick-ups, gracias a que son consideradas vehículos comerciales (más allá de que no todo el mundo las usé para tal fin). Después, el impuesto afecta tanto a unidades nacionales como importadas, a pesar de que había nacido con el objetivo de proteger la industria nacional.