Desde hace ya varios años, la industria automotriz está marcada como uno de los ejes en los que hay que trabajar para disminuir la contaminación ambiental, principalmente debido a los gases que los autos emitieron durante toda su vida. Una de las maneras que gobiernos y organizaciones continentales encontraron para mitigar la contaminación fue la creación de leyes que regulen las emisiones, provocando modificaciones sustanciales en la producción de los vehículos.
En los últimos días, la Unión Europea determinó que todo vehículo 0km que se venda en su territorio a partir de 2035 no deberá emitir emisiones, por lo que será el fin de los impulsores a combustión en la mayoría del continente europeo.
Claro que a la hora de determinar el alcance de las leyes, la UE toma en cuenta la situación de las distintas automotrices. En concreto, no resulta comparable la producción que lleva a cabo el gigante alemán Volkswagen con la realizada por marcas como Ferrari, cuyo volumen es mucho más bajo. Esto no solo repercute en un menor daño al medioambiente, sino que, aparentemente, las marcas resultan imposibilitadas de contar con el presupuesto necesario para su adecuación a la movilidad ecológica.
En principio, las firmas de baja producción (donde también podemos sumar a McLaren, Lamborghini y Aston Martin), es decir aquellas que no llegan a las 10.000 unidades anuales, cuentan con mayores libertades con respecto a las emisiones de carbono, e incluso tienen la potestad de proponer sus propias metas para disminuir su impacto en el medioambiente.
La situación iba a cambiar en 2029, año en el que finalizarían esta serie de concesiones hacia los pequeños fabricantes, que sólo seguirían recibiéndolas en caso de producir apenas 1.000 unidades al año. Sin embargo, en las últimas horas la UE decidió modificar el plazo.
Las “supermarcas”, aliviadas
La Unión Europea determinó prorrogar el final del acuerdo alcanzado con las compañías de bajo volumen en seis años, es decir hasta finales de 2035. El nuevo plazo establecido no parece casual, ya que el año coincide con el primero en el que en Europa solo se venderán modelos eléctricos.
El nuevo lapso de adecuación de las marcas de superdeportivos a las leyes anticontaminantes se dio a conocer en momentos en los que son varias las firmas de bajo volumen que están trabajando en reducir sus emisiones. Por ejemplo, Lamborghini cuenta con el Sián, su primer vehículo híbrido, y ya le puso fecha al cierre de sus ventas de modelos con motores a combustión.
Por otro lado, Ferrari también ofrece modelos híbridos, como la SF90 Stradale, la 296 GTB y el Purosangue, próximo a estrenarse. En el caso de McLaren, recientemente se dio a conocer que estaría trabajando en el desarrollo de un SUV eléctrico.