Recuerdo que cuando vi por primera vez en persona a la Fórmula E en Buenos Aires, el espectáculo no me llamó demasiado la atención y parte de ello era por el sonido de los autos. También recuerdo que pensé: “Si esto sigue así, en unos años vamos a reconocer el sonido de cada auto eléctrico”.
En un auto de combustión de calle, el sonido del motor no solo nos da una idea de la potencia, también suele expresar personalidad, por ejemplo los V6 de Alfa, los Boxer en general, o los roncos V8 de AMG vs los de sonído “mecánico” de BMW; y la lista podría seguir.
Volviendo a mi primera reflexión, en ese momento la FE era incipiente, y los autos de calle eléctricos poco atractivos, pero ahora sabemos que la industria va hacia ese lado y ni Ferrari puede escapar a su campo magnético. Los del cavallino no quieren soltar la toalla y ya tienen una idea en curso para generar una conexión con el sonido de sus bólidos EV.
Según documentos de patentes, los de Maranello están trabajando en una suerte de sistema que magnifique el sonido del motor eléctrico y lo proyecte tanto hacia afuera como adentro de la cabina.
El sistema podría ser artificial, es decir, mediante un parlante -o similar- y sin magnificar el ruido natural del motor, pero igualmente buscaría generar un lazo emocional con su conductor, no solo por el placer de escuchar, sino para que el piloto tenga retroalimentación de sobre lo que está pasando con el auto.
Volviendo a mi primera reflexión: ¿Te imaginás un mundo donde los deportivos a baterías no suenen a superlicuadoras y uno haga comentarios del estilo: ¡Cómo suenan los motores del Lambo Usina a fondo!, o ¡Guau, tremendo el aullido de la Ferrari 220V! (se me ocurren varios nombres de superdeportivos eléctricos.)