Pasan los años y la figura de Ayrton Senna sigue siendo reconocida. En vísperas a cumplirse el 29º aniversario de su fallecimiento, el gobierno de Brasil sancionó la ley que lo eleva a la figura de “Patrono del deporte brasileño”. La medida entró en vigor en las últimas horas, tras su publicación en el Boletín Oficial del país vecino.
Sancionada por el vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin (el presidente, Lula, se encuentra realizando una gira por Europa), se trata del resultado de un proyecto de ley presentado en 2019 por el diputado Filipe Barros, y que en marzo pasado fue aprobado por el poder legislativo brasileño, a través del Senado Federal.
De esta manera, el tricampeón mundial de Fórmula 1 se une a un selecto grupo de reconocidas figuras brasileñas, como Tiradentes (héroe nacional en la independencia del país), Oscar Niemeyer (arquitecto), Milton Santos (geógrafo) y Joaquim Machado de Assis (poeta), también patronos nacionales.
En el deporte en sí, donde el país más extenso de Sudamérica cuenta con grandes representantes en varias disciplinas, la figura de Senna fue erigida una vez más como la más destacada. Especialmente, superando a la de Pelé, futbolista recientemente fallecido y considerado uno de los mejores de todos los tiempos en su especialidad.
La historia de Ayrton Senna es sumamente conocida: nacido un 21 de marzo de 1960 en San Pablo, llegó a la Fórmula 1 en 1984, año en el que sorprendió a propios y extraños a bordo de un modesto Toleman. Tras competir en Lotus (1985-1987), en 1988 llegó a McLaren, donde obtuvo sus mayores logros. Finalmente, en 1994 recaló en Williams, equipo con el que tuvo su accidente fatal el 1º de mayo de aquel año en Imola.
Sobre un total de 161 Grandes Premios, Senna obtuvo 41 victorias, 80 podios, 65 “poles” y 19 récords de vuelta. Fue tres veces campeón del mundo, en 1988, 1990 y 1991, siempre con McLaren. Además de sus éxitos, es considerado uno de los mejores pilotos de la historia por su estilo de manejo (veloz y aguerrido), y por demostraciones como la realizada en su país en 1991, o en el GP de Europa de 1993.
En Brasil, Senna siempre fue una figura sumamente venerada. Por ejemplo, el cortejo fúnebre realizado en su velorio congregó a millones de personas en las calles de San Pablo, y a otras tantas que lo siguieron por televisión. En la actualidad, y a casi tres décadas de su desaparición física, su legado se mantiene a través del Instituto Ayrton Senna, encabezado por Viviane Senna (su hermana) y que se enfoca en el cuidado y desarrollo de niños y jóvenes de bajos recursos. Además, su presencia trasciende fronteras, tal como sucede con los cientos de argentinos que llevan como nombre de pila “Ayrton” en su honor.
