El mundo automotriz tiene muchos sucesos históricos, pero que no califican para hacer un libro, aunque si hubiese que escribir uno sobre la historia de la suspensión y amortiguación en los autos, no podríamos dejar pasar la que te traemos hoy.
Como sabemos, hace más o menos un año, BYD presentó una submarca de lujo llamada Yangwang, en la que están poniendo sus máximos desarrollos tecnológicos, y actualmente cuenta con tres productos: los U7, U8 y U9.
En el caso del U9, se trata de un superdeportivo eléctrico y de diseño sorprendente, pero su atracción principal es el sistema de suspensión "DiSus-X System", que controla de manera independiente las ruedas, por lo que puede conducirse en tres ruedas, equilibrar el auto de manera independiente y hasta saltar en el lugar o en movimiento.
Toda esta introducción es porque en esta nota hablaremos del último sistema mencionado, que si bien puede parecer "revolucionario" (en realidad, lo es, ya que BYD fue el primero en llevarlo a producción), hace años que viene siendo desarrollado y probado, como es el caso de BOSE; pero antes de adentrarnos en ese sistema, repasemos un poco de historia.
Antes de BOSE y antes de BYD
Si hablamos de suspensiones, no podemos no hablar de Citroën, los primeros en trabajar el concepto de una suspensión auto-nivelante y regulable en altura, que comenzó con el DS, pero con el tiempo, esta tecnología se fue perfeccionando hasta lo visto en el XM, el Xantia Activa (con estabilizadoras activas) y el C5, que tenía control electrónico sobre el sistema hidroneumático. El resto de la historia ya es conocido, y es sabido que hasta Rolls-Royce utilizó este sistema en algunos autos.
Junto a Citroën, también se puede mencionar Mercedes-Benz, que trabajaron los sistemas hidráulicos y los neumáticos. Mientras los desarrollos de Citroën eran más ingeniosos o funcionales, en Mercedes-Benz fueron más sofisticados y tecnológicos, adelantándose a los franceses en sumar dispositivos electrónicos.
La historia sigue, y hay varios otros participantes, como Lotus, Toyota y hasta Infiniti, hasta llegar a la actualidad, en donde la suspensión neumática selectiva en altura y dureza es más común.
Suspensión activa versus suspensión semiactiva
Menú del BMW Alpina XB7 con regulación selectiva de amortiguación (autointerfaces.com)
La mayoría de los sistemas que conocemos hoy en día son "semiactivos" o "adaptativos", lo que significa que solamente actúan en base a los movimientos que el auto percibe, como el rolido de la carrocería en una curva, los baches del camino y desniveles.
Por otro lado, un sistema 100% activo es capaz de generar su propio movimiento, de anticiparse a lo que pueda ocurrir o de modificar parámetros que permitan levantar el auto o una rueda.
¿Qué hizo BOSE?
El Dr. Amar Bose, fundador de BOSE, llevaba trabajando desde 1985 en un sistema de suspensión magnética, utilizando parte de la tecnología desarrollada en sus parlantes, e incluso se dice que lo que buscaba era imitar los principios del sistema de cancelación de ruidos.
Curiosamente, el equipo ocultó el proyecto del departamento de contabilidad, llamándolo "Project Sound" y se pasaron casi 20 años desarrollándolo en la base de un Lexus LS400 que, recordemos, cuando se lanzó demostró su suavidad con una pirámide de copas de champagne puestas sobre el capot.
BOSE compró tres unidades para investigación, prototipos y demostraciones, y se puso manos a la obra, hasta que en 2004 demostraron con éxito su invento.
Dos Lexus LS400 se enfrentaron entre sí en un circuito lleno de obstáculos, pero uno de ellos llevaba el sistema de suspensión magnética de BOSE, que ni siquiera contaba con espirales, más que un dispositivo electromagnético en cada rueda y un montón de cables y sensores.
El resultado fue evidente: el sistema de BOSE hacía que el auto se condujera sobre una superficie completamente plana, sin desestabilizar ni un poco la carrocería del auto, y la curiosidad más interesante es que, como se trataba de un sistema muy potente, incluso podía hacer que el auto "saltara".
¿Si era tan bueno, por qué no prosperó?
Uno de los tres Lexus de Bose, sin el sistema de suspensión.
La respuesta a esa pregunta es simple: el sistema era muy sofisticado, pesado, y caro, y además tomaba muchos recursos técnicos del auto.
Solo el sistema de suspensión sumaba 90 kilos extra, además de que no ayudaba en la eficiencia de combustible, y tampoco contaba con un sistema de emergencia que sostuviera el auto en caso de existir un cortocircuito o un problema.
Si bien hubo interesados, en 2017 BOSE todo lo relacionado con este desarrollo a una empresa llamada ClearMotion, incluyendo los Lexus, las patentes y todo lo investigado. Esta empresa actualmente está desarrollando sistemas activos de suspensión, que deberían llegar más adelante al mundo automotriz. Por otro lado, los Lexus fueron vendidos sin el sistema de suspensión activa, y el ingeniero en jefe del proyecto se fue a trabajar a Apple.
Prueba BYD Seal: 0 a 100 en 3,8 s