Alfa Romeo es una marca con una historia larguísima y muy exitosa, no solo en automovilismo, sino también en vehículos de producción, y a lo largo de los años, estos fueron evolucionando y modernizándose, adaptándose a los estándares de cada época.
Dentro de la historia de los autos de producción de Alfa Romeo, hay uno que en 2025 está cumpliendo 25 años, y fue muy importante porque marcó el fin de una era. Estamos hablando del Alfa Romeo 147, y a continuación, te contamos su historia.
La historia del Alfa Romeo 147
Para entender de dónde surge el Alfa 147, hay que mencionar que a mediados de la década de los 90, la marca italiana presentó el 156, un elegante sedán (también hubo una variante rural) que brilló por diversos aspectos, como sus mecánicas, que incluían opciones diésel y nafteras, ademñas del V6 “Busso”, y especialmente por su diseño, que fue premiado en numerosas ocasiones.
Luego del 156, Alfa Romeo quería preparar un hatchback sobre esa misma plataforma, con el objetivo de reemplazar a los 145 y 146, así que, para lograrlo, decidieron que lo diseñara Walter Da Silva, el responsable del sedán. El resultado se lanzó en el 2000, y llevó el nombre 147, siendo un estilizado hatch de tres o cinco puertas con formas redondeadas y un coeficiente aerodinámico de 0,32 cx.
Al igual que el 156, el Alfa 147 volvía a las raíces de la marca en términos de lenguaje de diseño, incorporando nuevamente la parrilla vertical en forma de escudo, elemento que se mantiene hasta hoy en los últimos modelos de la firma italiana. En líneas generales, a nivel estético, el 147 era muy similar al 156, aunque lógicamente la parte trasera era diferente, contando con una luneta de gran tamaño, el remate prácticamente recto, y luces más chicas que las del sedán.
En 2004, Alfa renovó el 147, siguiendo las líneas del 156 actualizado, que había sido rediseñado por Giorgetto Giugaro. Entre los elementos que cambiaron, se pueden mencionar los paragolpes, las luces delanteras y traseras más alargadas y “afiladas”, y otros retoques estéticos. Este diseño se mantuvo hasta 2010, que fue cuando el 147 se discontinuó, aunque la variante de tres puertas se retiró en 2008, para dar lugar al MiTo.
En materia mecánica, hubo muchas opciones para el Alfa 147, tanto nafteras como diésel, e incluso hubo algunas turbodiésel de hasta 170 CV, pero sin dudas la que más brilló fue la del “147 GTA”, que repasaremos un poco más abajo. En cuanto a la transmisión, dependiendo del motor, podía ser manual de cinco o seis relaciones, aunque también se ofreció la automatizada "Selespeed" de seis cambios.
En materia interior, el Alfa 147 se destacaba por elementos como el volante de tres radios con comandos multifunción, el tablero de cuatro relojes redondos, las salidas de aire “sobresalidas” en la parte superior del torpedo, e incluso llegó a contar con pantalla central para navegación.
El Alfa Romeo 147 GTA
El Alfa Romeo 147 GTA fue la versión deportiva del hatchback, y contaba con todo un tratamiento estético, compuesto por:
- nuevos paragolpes
- entradas de aire
- guardabarros ensanchados
- zócalos específicos
- spoiler
- llantas de 17”, y más.
Si bien la estética hacía que el 147 GTA se luciera bastante, lo más importante estaba debajo del capot, ya que tenía el V6 naftero “Busso” de 3.2 L, que producía 250 CV y le permitía alcanzar casi 250 km/h. Quizás pienses que esta variante tenía la tracción integral "Q4" de la marca italiana, pero la realidad es que el 147 no se vendió con esa opción, y todos enviaban la potencia a las ruedas delanteras.
En materia interior, la variante GTA sumaba un nuevo pomo de palanca de cambios, asientos deportivos exclusivos, pedalera de aluminio, y más elementos.
El fin del Alfa Romeo 147
La producción a nivel mundial terminó en 2010, luego de 651.823 unidades fabricadas, dando paso al Giulietta, por lo que el 147 fue el último hatchback de la marca en tener nomenclatura por números.
Finalmente, es importante mencionar que el Alfa Romeo 147 se vendió en Argentina, aunque son una figurita difícil, y ni hablar de los GTA, que son aún más raros de ver.
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