
Ferrari va a estrenar su primer auto 100% eléctrico este otoño, y aunque ya es una movida importante para una marca tan tradicional, el verdadero reto estaba en su segundo EV, que iba a ser el modelo de producción en serie que marcaría un antes y un después para Maranello… pero ya no.
Según Reuters, el segundo modelo eléctrico se retrasó hasta 2028 porque —palabras más, palabras menos— nadie lo quiere. “La demanda es cero”, dijo una fuente cercana al proyecto.
A diferencia de otras marcas que se lanzaron de lleno a la electrificación completa, Ferrari ha preferido ir despacito y con buena letra. El primer EV será un modelo de producción, pero en volúmenes bajos, más simbólico que estratégico.
Se dice que la primera Ferrari 100% a baterías será más grande que los típicos modelos de la marca, pero no será un SUV. El segundo modelo eléctrico tenía más ambición: entre 5.000 y 6.000 unidades en cinco años, pero con una clientela que todavía prefiere motores V8 y V12 cantando a todo pulmón, el proyecto perdió impulso.
El lado positivo es que Ferrari tendrá más tiempo para afinarlo, ideal para competir con el Lanzador de Lamborghini, que también llegará en 2028 y cuenta con la tecnología ya probada del Grupo Volkswagen
Si algo dejó claro Ferrari es que no quiere llegar primero, sino perfecto, el tema ahora es que haya la suficientemente gente interesada en un Cavallino rampante alimentado por baterías.
