
En nuestra nueva serie "Pioneros Modernos", revisamos los orígenes de algunos avances tecnológicos en la industria automotriz, en especial algunos que damos por sentado y que hoy son parte integral de muchos modelos. En este reporte, vamos a revisar como inició una de las asistencias a la conducción más masificadas de la actualidad, el sistema de frenado autónomo.
El precursor
Los sistemas de frenado han evolucionado muchísimo a lo largo de la historia, aunque en una primera etapa, los cambios eran más notorios porque tenían que ver con su funcionamiento mecánic; luego de la introducción de los frenos de disco, los cambios han comenzado a ser más tecnológicos, como la llegada del ABS, del control de estabilidad y así sucesivamente.
Hoy es bastante común que hasta autos chicos incluyan el sistema de frenado autónomo de emergencia (AEB), integrado muchas veces en paquetes de asistencias a la conducción (ADAS). Curiosamente, el sistema hizo su primera aparición como una alerta de proximidad experimental en el Cadillac Cyclone de 1959, para luego ir añadiendo funciones, incluyendo detección de peatones, autos, ciclistas, mascotas y también siendo capaz de predecir colisiones inminentes en intersecciones gracias al uso de cámaras, radares y lidars.
Historia moderna
La primera patente sobre un sistema AEB se realizó en 1990 y sus primeras demostraciones experimentales se realizaron entre 1995 y 1997, pero el primer auto de producción en estrenar este sistema fue el Honda Inspire de 2003, que era una versión más deportiva del Honda Accord y orientada al mercado japonés.
El mismo año fue el turno de Mercedes-Benz con el debut del sistema Pre-Safe en la Clase S, el cual preparaba al auto en caso de accidente, incluyendo alerta de frenado, tensando los cinturones de seguridad, cerrando ventanillas, alistando los sistemas de estabilidad y los airbags. Este sistema se benefició más adelante del programa de frenado autónomo.
Recién en 2008 Volvo, comenzó a masificar el sistema en el XC60 con el City Safety que operaba a velocidades de hasta 30 km/h. Hoy el sistema se ha perfeccionado y ya no solo funciona a bajas velocidades, sino que también en velocidades ruteras.
Triste pero valiente anécdota
El sistema de Volvo recibió una actualización en 2010, incluyendo detección de peatones y un rango de velocidad ampliado a 35 km/h. Estas mejoras fueron demostradas a la prensa en eventos especiales, pero algunas salieron mal y fueron documentadas en video. Muchos atacaron a los suecos, considerando que siempre han sido máximos referentes de la seguridad activa y pasiva en sus autos. Finalmente, no se rindieron ante las críticas y después de continuar desarrollando su sistema, lograron mejorarlo con éxito.
¿Tenés o usaste alguna vez este sistema? ¿Confiarías?
