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Max Verstappen ganó en Nürburgring y sigue haciendo historia

El campeón de Fórmula 1 llevó su ambición al Nordschleife y triunfó en su primera aparición en la categoría NLS.

Max Verstappen ganó en Nürburgring y sigue haciendo historia

Max Verstappen tiene una obsesión: demostrar que su talento no conoce fronteras. Lo insinuó en varias ocasiones al hablar del Nordschleife, esa pista que los pilotos llaman Infierno Verde y que para los fanáticos es un mito viviente. En 2023 ya había dado un showrun con Red Bull allí, pero dejó claro que no lo veía solo como un escenario de exhibición. Ahora, dos años más tarde, convirtió aquella promesa en realidad: debutó en la Nürburgring Langstrecken Series (NLS) y ganó en su primera salida con un Ferrari 296 GT3 del Emil Frey Racing.

La novena ronda de la NLS tuvo al neerlandés como protagonista desde el arranque. Partió tercero, pero en apenas un par de giros ya estaba al frente tras superar a Frank Stippler y aprovechar un toque de otros dos rivales. Desde ahí, Verstappen hizo lo que mejor sabe: apretar hasta desarmar a sus rivales. Su primer stint abrió una ventaja de 20 segundos y marcó un registro de 7:51.514, a menos de dos segundos del récord oficial de la categoría.

Cuando entró a boxes en la séptima vuelta, el colchón ya era irrefutable. Volvió al volante para un segundo relevo y le entregó el Ferrari a Chris Lulham con más de un minuto de diferencia. El británico se dedicó a controlar, manteniendo la calma frente a la presión del Ford-HRT #6 de Stippler/Kolb. La línea de meta los recibió con 30 segundos de ventaja, confirmando una victoria que parecía escrita desde que el neerlandés puso primera.

UN DEBUT QUE ALIMENTA LA LEYENDA

Max Verstappen formula 1

Foto: Red Bull Content Pool/Mark Thompson/Getty Images.

La estadística dice que Verstappen ya ganó en la Fórmula 1, en simuladores virtuales y ahora en resistencia real. Pero lo que realmente impacta es la velocidad con la que se adaptó a un entorno completamente distinto. Pasar de un monoplaza de más de mil caballos y aerodinámica extrema a un GT3 que comparte filosofía con los autos de calle exige otra lectura de la pista, otra sensibilidad en las frenadas largas del Nordschleife y otra forma de gestionar el tráfico.

La facilidad con la que lo resolvió alimenta su narrativa de piloto total. El Nordschleife es un examen de carácter tanto como de velocidad: 20,8 kilómetros de curvas ciegas, cambios de asfalto, desniveles imposibles y la obligación de convivir con el riesgo. Allí se forjaron mitos como Jackie StewartNiki Lauda y Stefan Bellof. Y ahora Verstappen empieza a escribir su capítulo.

FERRARI COMO ALIADO INESPERADO

Otro condimento fue el color del triunfo: no lo logró con Red Bull ni con un prototipo vinculado a la F.1, sino con una Ferrari 296 GT3. El equipo Emil Frey Racing le ofreció la plataforma y Verstappen se encargó de darle valor simbólico: un campeón de Red Bull conquistando el Infierno Verde con un Cavallino Rampante. Ironías del destino que enriquecen la narrativa y alimentan el debate entre tifosi y verstappenistas.

¿Será este debut una excepción o la puerta de entrada a un calendario más abierto? Verstappen nunca ocultó que quiere explorar las 24 Horas de Le Mans y otras citas míticas de la resistencia. Este estreno en la NLS parece un ensayo perfecto para ese salto. Mientras tanto, la Fórmula 1 lo sigue teniendo como figura central. Pero lo que mostró en Nürburgring es que, cuando decida dar el próximo paso, la transición será tan natural como brutalmente efectiva.

Fuente: Automundo

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