Franco Colapinto debutó en la Fórmula 1 el año pasado con Williams. Nueve Grandes Premios le alcanzaron para dejar su huella: cinco puntos que le dieron crédito inmediato en el paddock. Esa experiencia abrió las puertas de Alpine, primero como piloto de reserva en 2025 y luego, desde el Gran Premio de Emilia-Romaña, como reemplazo de Jack Doohan. Desde entonces, el argentino ha vivido un proceso de menor a mayor, que lo ha llevado a igualar en ritmo de Pierre Gasly, su experimentado compañero de equipo.
El balance, sin embargo, está marcado por un escenario adverso. Alpine atraviesa una de sus temporadas más oscuras: ocupa el vigésimo puesto en la Copa de Constructores, un contraste doloroso con su pasado de gloria.
ENTRE LA ADAPTACIÓN RÁPIDA Y LA INCOMODIDAD TÉCNICA
Foto: @AlpineF1Team.
Colapinto lo explicó con crudeza en Beyond the Grid, el podcast oficial de la Fórmula 1: “Me subí a un auto que ya había sido desarrollado y conducido por muchos otros pilotos, pero no realmente por mí. Así que no tuve mucha influencia en lo que quería del auto este año”.
El piloto dejó claro que la estructura estaba pensada para otros perfiles: “Quizás no está tan enfocado en cómo conduzco yo, sino en cómo lo hacen otros pilotos, como Pierre (Gasly), que ha estado aquí muchos años, Esteban (Ocon), Fernando (Alonso) en el pasado. El equipo ha tenido una forma de trabajar que no ha estado realmente adaptada a mí”. Esa distancia técnica marcó su curva de aprendizaje.
La comparación con Williams fue inevitable: “En Williams, aunque no tuve ningún test, simplemente fui directo a correr. Pero había estado allí por más de un año manejando el simulador, entendiendo a los ingenieros, viendo los cambios que hacían en el auto, los problemas que tenía, los problemas de balance…”.
Ese conocimiento previo le había permitido llegar con naturalidad. En Alpine, en cambio, todo fue desde cero: “Subirme a un auto nuevo, un Fórmula 1 nuevo, manejarlo por primera vez, es más complicado… Esta fue la primera vez que podía compararlo con algo más, lo que siento que lo hace un poco más complicado”.
UN PROGRESO DE MENOR A MAYOR
Foto: Prensa Alpine/Rudy Carezzevoli/Getty Images.
El argentino no esconde que el coche parecía pensado a la medida de su compañero. “Creo que el coche de este año, simplemente por cómo está configurado, ha estado muy enfocado en Pierre y en cómo le gusta conducirlo”, apuntó. Esa diferencia lo obligó a forzar la adaptación: “A veces me lleva un poco más de tiempo encontrar lo que quiero, pero al final siempre termino llegando a eso. A veces un poco demasiado tarde, pero creo que ahora lo estamos logrando un poco antes y a tiempo”.
En ese crecimiento personal también aparece una figura clave: Flavio Briatore. Colapinto no dudó en reconocer su influencia dentro y fuera de la pista: “Creo en él. Va a llevar a Alpine de vuelta a lo más alto. Aprendí mucho de él y le estoy muy agradecido. Me convirtió en una persona mucho más fuerte psicológicamente”, aseguró. Sus palabras reflejan que, más allá de los resultados, encontró un respaldo que lo ayudó a afirmarse en la categoría.
Obviamente, Franco también habló sobre su continuidad en la máxima categoría. “No sé nada sobre mi futuro, no estoy centrado en eso. Hay mucho que aprender, me siento mejor con el coche y el equipo, estamos haciendo un buen trabajo. No es ningún secreto que el coche no puede luchar por los puntos. Mi objetivo es ir carrera tras carrera. Veremos cómo continúa este capítulo
En sus palabras conviven el orgullo de vivir el sueño de la Fórmula 1 y la dureza de un contexto que no le facilita nada. En medio de un Alpine en crisis, Colapinto aprendió a lidiar con un monoplaza que no hablaba su mismo idioma. Hoy, tras el receso, se lo ve con la confianza de quien se ha ganado un lugar: emparejado con Gasly, compitiendo contra la adversidad y dejando claro que su techo está lejos de alcanzarse.
Fuente: Automundo
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