En la Fórmula 1, la cima suele verse como el final del camino. Sin embargo, los cordobeses Gregorio Mandrini y Nicolás Bianco acaban de demostrar que, a veces, ese “final” es apenas una curva más en un viaje mucho más ambicioso.
Después de años trabajando como mecánicos en Racing Bulls, rodeados de fibra de carbono, simulaciones y madrugones interminables, los argentinos tomaron una decisión que en el paddock se escucha una vez cada mil carreras: renunciar a la F.1 para fundar su propio equipo: Alpha 54 Racing.
CUANDO EL DESTINO TE ENCUENTRA LEJOS DE CASA
Gregorio Mandrini y Nicolás Bianco, los creadores de Alpha 54 Racing. Foto: Darío Coronel/Infobae.
La historia de la flamante escudería se entrelaza con las trayectorias personales de sus fundadores. Bianco, nacido en Marcos Juárez, desembarcó en Europa en 2017 para sumarse al equipo B de Red Bull. Allí se especializó en tareas de ensamblaje de motor y chasis, y se consolidó como una pieza clave del equipo de boxes, responsable del neumático trasero derecho en las paradas.
Mandrini, oriundo de Leones, llegó en 2021 tras formarse en un entorno familiar ligado al automovilismo, ya que es hijo del recordado Gustavo Mandrini. En Racing Bulls se desempeña en el área de gestión de neumáticos y levantamiento del auto durante los pit-stops.
Mandrini y Bianco, que se despiden de la Máxima este fin de semana en el Gran Premio de Abu Dhabi, le encontraron rápido nombre a su proyecto. “Alpha” porque cuando ambos se conocieron Racing Bulls aún era Alpha Tauri, y el “54” por el código telefónico de país para Argentina.
SIGUIENDO LOS PASOS DE FRANCO COLAPINTO
¿Por qué dejar la F.1 para emprender su propio camino? Simple: Franco Colapinto, el chico que llegó a la elite del automovilismo en 2024 y empujó a muchos pibes a creer que Europa ya no es una utopía.
“Esto viene de hace dos años, pero tomó mucha más fuerza con toda la historia de Franco. Aparecieron un montón de pilotos argentinos que querían venir, y antes ni lo pensaban”, le contó Mandrini a los colegas de Automundo.
El objetivo es simple: que el Alpha 54 Racing, que tendrá su sede en Faenza y competirá en la Fórmula 4 Italiana, sea la puerta de entrada para esos jóvenes pilotos argentinos que ya no ven Europa como una utopía y se ilusionan con seguir los pasos de Franco.
Para afrontar este desafío, el equipo ya adquirió dos monoplazas Tatuus, que serán entregados a fines de diciembre; y también están a la espera de una tercera unidad dada la cantidad de pilotos interesados en integrarse.
Por lo pronto, el mendocino Lautaro Campione, de 16 años y que actualmente compite en el TC2000, participará de las primeras pruebas de pretemporada de febrero, y hasta podría correr dos fechas de la Winter Series española. Al pibe cuyano se sumaría, al menos, otro piloto argentino.
UN PROYECTO CON ADN ARGENTINO
Mandrini y Bianco prevén abrir oportunidades también para mecánicos e ingenieros de la Argentina, quienes podrán capacitarse con personal europeo y eventualmente integrarse al staff técnico del equipo. De este modo, el proyecto busca impactar de manera más amplia en la profesionalización del automovilismo nacional.
El nacimiento de Alpha 54 Racing se inscribe en un momento de notable efervescencia para el automovilismo argentino. Con Colapinto en Fórmula 1, Nicolás Varrone en Fórmula 2 y el italo-argentino Mattia Colnaghi en Fórmula 3, el país vuelve a figurar con fuerza en las tres principales categorías de monopostos de la FIA, y a eso se suma por lo menos media docena de pilotos que corren en las categorías nacionales y europeas. La llegada del Alpha 54 Racing a la F4 Italiana completa ese mapa, y sienta las bases para que nuevas generaciones transiten un camino más claro hacia Europa.
Bianco y Mandrini saben que la historia del automovilismo nacional se edificó gracias a actores que tendieron puentes en momentos claves. Alpha 54 Racing es, por ahora, el primer paso de un plan mayor cuyo alcance aún no quieren contar, pero si algo queda claro es que se trata de una apuesta de largo plazo, con vocación de legado. En un país con talento, tradición y pasión por el automovilismo, iniciativas como esta pueden redefinir el horizonte de los jóvenes que sueñan con llegar a lo más alto.
Fuente: Automundo
