La historia del Falcon al otro lado del mundo es extensa, ya que en el país de los canguros este modelo comenzó a fabricarse en 1960 y ahora Alan Mulally (CEO global de Ford) declaró que para el 2016 se cerrarán las plantas de producción que se encargaban de mantener con vida a la evolución de una de las mayores leyendas de la industria argentina.
En nuestro país la planta de Pacheco comenzó a fabricarlo en 1962 y no paró de hacerlo hasta 1991, unos 29 años después. Argentina nunca pudo disponer de la versión modernizada ya que solo se comercializó en Oceanía, donde los australianos se encargaron de su diseño y motorización, con versiones sedán y utilitarias, siempre respetando la concepción inicial de un 6 cilindros en línea dispuesto longitudinalmente.
Sinónimo de extremo fanatismo e indestructibilidad como así también de represión dictatorial, la historia del Falcon en nuestro país está teñida de claroscuros, quizá tantos como nuestra historia. Lo cierto es que este vehículo aún hoy despierta pasiones que son la envidia de muchas automotrices modernas y que su nombre ya forma parte del ADN fierrero argento.
