Las marcas niponas son muy peculiares, por un lado ofrecen un sinfín de modelos prácticos y confiables, pero que no despiertan ninguna pasión, y por el otro ofrecen bestias que calan en lo más profundo de cualquier persona cuyo factor sanguíneo sea de 98 octanos. Y ese es el caso del Mitsubishi Lancer Evo X que llevamos a la pista.
Estamos hablando de un sedán mediano que lleva en el frente un cuatro cilindros 2.0L turbo capaz de erogar 291 CV y 406 Nm de torque, acoplados a una caja manual de seis velocidades que transmiten la fuerza a las cuatro ruedas.
En el rubro estético los cambios con respecto al Lancer estándar son bastantes. Se aprecian los guardabarros más anchos, renovados paragolpes con tomas de aire más grandes y los inmensos alerón y difusor posteriores. El techo, el spoiler, los guardabarros, el capot están todos realizados en aluminio y los frenos son Brembo, los cuales se pueden apreciar a simple vista a través de las llantas Enkei de 18”.
En la pista
Entre los autos no tan “caros” de nuestro especial se encuentra este Evo X, que dadas las prestaciones antes mencionadas, es prácticamente un auto de competición, que lleva en sus espaldas un importante legado en el mundo del Rally.
Al encenderlo y arrancar, lo primero que se nota es una aceleración brutal acompañada de una transmisión algo dura con cambios precisos y con un embrague también rígido.
En recta y a la hora de encarar curvas se siente ágil y brioso, la dirección es filosa, acompañada a la perfección por el trabajo de la suspensión, la cual ofrece una estabilidad consistente. A pesar de ser turbo, el lag es casi imperceptible, por lo que la potencia está disponible casi al instante y se disfruta a placer cada aceleración saliendo de una curva.
Por otro lado así como ofrece un alto rendimiento en aceleración, el trabajo de los frenos es destacado, con una ligera presión al pedal se siente su buen desempeño, un plus que se agradece ya que antes de entrar en una curva te permite reducir la velocidad fácilmente y entrar a ella con confianza.
Seguimos con el Compromiso Autocosmos 2013: Una prueba por día en pista de un auto memorable hasta fin de año. Mañana probamos el fabuloso Jaguar F-Type.