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Prueba Toyota Etios Cross

La marca japonesa se sube rápido al mundo de los compactos aventureros, ¿vale la pena?

Prueba Toyota Etios Cross

Toyota tardó mucho en entrar al segmento más importante del Mercosur, el de los compactos, e inclusive lo hizo sin derroches con el Etios, un modelo que se apoya más en la reputación de la marca y su buen precio que en la belleza o su equipamiento. Lo interesante, es que lejos de dejar que el modelo siga su camino solo, la marca fue directo a animar la gama con una variante muy popular, la de los aventureros u off-roadizados.

Mecánica y seguridad

El Etios Cross no difiere mecánicamente de la versión 5 puertas convencional, conserva las mismas medidas (+ algún centímetro de los protectores) y el 1.5L 16V de 90 caballos y 132 Nm de torque. Las suspensiones se mantienen igual e inclusive no aumentaron el despeje para esta versión.

Respecto de la seguridad podemos decir que incluye los -ahora- obligatorios doble airbag y ABS, carece de cinturón de tres puntos y apoyacabezas en la plaza central trasera y su estructura le permitió alcanzar las 4 estrellas en las pruebas de choque del Latin NCAP.

Diseño

En la carrocería es donde Toyota puso casi todas las novedades del Etios Cross. La fisonomía no cambia, pero suma los protectores que le brindan ese aura visual de off-road.

Lo que el Etios Cross ofrece es un suculento despliegue de plásticos negros y metalizados, con gruesas planchas en las puertas y anchos marcos de estilo recto en los guardabarros, con una suerte de muesca que hábilmente sirve para dejar libre la tapa de combustible sin alterar el estilo general. Acompañan los paragolpes en negro y una moldura en la base del portón posterior.

Los apliques en tono metal se esparcen por los zócalos, el paragolpes posterior y el delantero donde forman un labio inferior y una suerte de protector en forma de U invertida que recuerda a la RAV4, pero también a las viejas defensas que se colocaban en los 80s y a Danny Trejo (ver Machete 2010). Rematan los rompenieblas en forma de pirámide invertida, llantas de diseño específico, barras de techo y un alerón posterior.

Interior

Puertas adentro, casi todo permanece igual, incluyendo decorados en negro piano, que en este caso se extienden a los apoyabrazos de las contrapuertas. Los tapizados se conservan inalterados excepto por la leyenda Etios Cross bordada en la parte alta de los respaldos.

La sensación de calidad, plásticos y encastres sigue estando acorde a un auto low cost made in Mercosur, por ejemplo, casi todos los tornillos tienen su cabeza a la vista. Hay partes que no parecen muy sólidas o unidas precisamente como la sección superior del tablero, mientras que otras lucen realmente robustas.

El espacio interior es amplio y el equipamiento cumple con los requerimientos básicos sin “chiches” especiales. La idea es correcta, pero tratándose de un tope de gama o versión más aspiracional sería bueno contar con algún mimo extra como Bluetooth, sensores de estacionamiento posteriores, un par de parlantes en la parte posterior o una pantalla táctil como la de la Hilux.

Comportamiento dinámico

Teniendo en cuenta que Toyota no cambió el despeje ni el rodado en el Etios Cross, el resultado es igual al del hatchback convencional. La posición de manejo es elevada, sin regulación en altura del asiento, mientras que el volante está bajo y ofrece un grueso aro recubierto en cuero, base semi plana y controles del estéreo. Una vez acomodados, tenemos que acostumbrarnos al cuadro de instrumentos central que necesita más trabajo de diseño. El resto es normal, la pedalera está bien dispuesta y la visibilidad es correcta.

En ciudad el 1.5L tiene empuje correcto, acompañado por una caja de relaciones relativamente cortas cuya palanca ofrece recorridos correctos y tacto mecánico. La dirección carece de conexión entre el volante y las ruedas, e inclusive no vuelve al centro a bajas velocidades, aunque se endurece correctamente en velocidad. Por su parte, las suspensiones no son refinadas, pero sí confortables.

Saliendo a la ruta, no le sobra empuje, aunque tiene suficiente para hacer un sobrepaso en márgenes seguros acompañado por la relación corta de la caja. Puntualmente en 5º requiere 3.500 rpm para andar a 130 km/h de velocímetro, que en realidad son entre 123 y 124 km/h. Hasta esa velocidad la rumorosidad en la cabina es correcta y solo llamó la atención que la preponderancia no sea mecánica, sino de los neumáticos y del roce aerodinámico.

Conclusiones

El Etios Cross es una alternativa para el que busca un auto de apariencia aventurera pero con un precio más acotado. Si en la prueba del modelo convencional destacamos que las razones de compra son más racionales que pasionales, aquí podemos decir que suma un poco de “factor deseo”. Si te gusta y estás dispuesto a pagar el diferencial en el precio, es una buena opción, teniendo en cuenta que tiene el respaldo de Toyota.

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